Los españoles nos chupamos el dedo

Aunque dicen que el ser humano es infiel por naturaleza, los andaluces debemos de ser la excepción que confirma la regla, según la Encuesta Nacional de Tendencias Sexuales eleborada por el portal Internet Sexología.net. Sólo el 28,5 de los andaluces confiesa haber sido infiel a su pareja en verano, mientras que el 71,5 por ciento restante lo niega, por activa y por pasiva. Ahora viene la cara b de la moneda: que nos creamos o no a los que afirman que nunca han sido infieles durante el periodo estival.A esto habría que añadirle, los del quiero y no puedo, es decir un 39,2 por ciento que confiesan que les gustaría probar la infidelidad en verano.

¿Y qué hacemos con los Erasmus? De ellos se encargan un 11,4 por ciento de los españoles que aseguran mantener relaciones sexuales con turistas extranjeros en verano. Y eso que somos poco morbosos, ya que sólo un 12,8 por ciento confiesa que se excita viendo a su pareja disfrutar con una tercera persona en su presencia.Y de fantasía estamos cortitos con sifón, ya que para la mayoría lo más de lo más en fantasías sexuales es hacerlo dentro del agua.

De los más de 4.000 españoles que han sido encuestados(tampoco se han partido la cabeza haciendo encuestas. Ya se sabe, los calores), el 75,1 por ciento afirma que tanto a ellos como a sus parejas les aumenta el apetito sexual en verano. Siendo los jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 39 años, los más abiertos a disfrutar nuevas sensaciones en el periodo estival.

Unos datos para mi gusto bastante pobres y que ponen en evidencia lo sositos que somos los españoles en materia sexual, al menos, de boca para afuera, ya que en la intimidad otro gallo cantaría. El sexo, amigos camilleros, sigue siendo un tabú social, por mucha libertad sexual que se palpe en el ambiente. Aquí nadie ve una peli porno, nadie tiene fantasías con terceros, cuando tiene pareja, o nadie se excita con aquellas fantasías consideradas como "prohibidas". No... Aquí nos chupamos el dedo.

Eres diferente, diferente

Dicen que han sido 30 meses de escarceos entre el Real Madrid y Cristiano Ronaldo, pero finalmente el portugués ha dicho sí a su pretendiente, Florentino Pérez. Como para decir que no. Con 94 millones de euros por delante yo digo sí hasta en todos los idiomas de los países que integran la ONU.

Aunque para algunos, la llegada de Cristiano a España sea el fichaje más caro del fútbol español por encima del frances Zidane, que se incorporó al equipo de los galácticos en 2001. Para otros, es un sueño consumado. Tener en tierra patria a este portento de la naturaleza que se ha convertido, pese a su juventud y, como ya he definido en muchas ocasiones, cara de niñato, en todo un símbolo sexual.

Su talento, su rapidez y su delirio por las bandas que lo hacen imparable son cualidades que destacan a Cristiano Ronaldo como futbolista. Un culo de infarto, un torso de efebo griego y unas protuberancias incontrolables lo hacen deleitable como hombre.

Esperemos que, como ocurriera con David Beckham, otro de los hombres más deseados del planeta, su aterrizaje en España no le arrebate todo el morbo que lo precede. Que siga tal cual, luciendo esos jeans y bañadores tan ajustados, así como ese look tan hortera. Porque mientras medio mundo habla de su fichaje por el Real Madrid y el otro medio lo escucha, el chaval ha salido al paso de los que critican su estilismo al ser pillado de paseo por Los Ángeles luciendo una gorra rosa y una flor en el pelo.

"Si no estás a gusto con tu sexualidad no debes ponerte eso. Pero yo estoy muy seguro de mi sexualidad, no es un problema para mi. Los hombres visten de rosa hoy en día. Vale no muchos hombres se ponen flores, pero está bien ser diferente".

Sigue así de diferente por muchos años y que yo pueda verlo...