martes, agosto 11, 2009

Ni carne ni pescado

Que si sí y luego que si no, y al final nos quedamos con la intriga(que tampoco es que me quite el sueño) sobre si el actor Gerald Butler(Leonidas en 300) es o no es bisexual. La alarma saltó la semana pasada cuando diversos medios en Internet se hicieron eco de una supuesta entrevista concedida a la revista Movie Line en la que el actor mostraba su descontento con que todo el mundo lo considere gay, ya que no se considera ni homosexual ni heterosexual. Butler aseguraba que, aunque no hablase nunca de su homosexualidad, siempre se ha malinterpretado y exagerado. "He estado con mujeres y hombres. Esto no me hace gay, pero tampoco hetero".
Hasta aquí todo claro y teniendo en cuenta estas declaraciones su bisexualidad estaría más que confirmada. Pero la revista Movie Line ha publicado una noticia esta semana en la que desmiente la bisexualidad de Gerald y en la que asegura que nunca ha publicado la entrevista que citan las publicaciones online.
Por lo tanto, mi gozo en un pozo y tendremos que seguir fantaseando en nuestros sueños más íntimos con que el fornido actor sucumbe a los encantos de otros hombres, cual prototípico guerreo griego. Ya que, no creo que Gerald se pronuncie al respecto, puesto que su postura siempre ha sido clara al respecto, afirmando rotundamente que "soy lo que me sale" y "a vosotros no os importa".
En fin, dejemos tranquilo al hombretón, que se acueste con quien le plazca, y que la polémica siga su curso, cual todo bulo, hasta que se desinfle por su propio peso. Aunque, mirándolo bien, una polémica así siempre viene bien si se está a punto de estrenar peli, al menos en España, para que las salas se llenen con el único propósito de disfrutar de este gran actor en la gran pantalla. Si no, nos vamos al videoclub(que antiguo) y nos alquilamos 300. Con eso no hace falta ni fantasear...

lunes, agosto 10, 2009

El aburrimiento estival


Como "anticonstitucional e ilegal" ha definido la Federación Española de Naturismo la normativa aprobada por el Ayuntamiento de Cádiz en la que se prohibe la práctica del nudismo en las playas de la capital(La Caleta, Santa María del Mar y La Victoria); permitiéndose en la playas naturales, como La Corredura, siempre y cuando tenga zonas habilitadas para ello y, se da el caso, de que no la tiene. Desnudarse en las playas de la ciudad de Cádiz, que no en su provincia, se multaría con sanciones que podrían alcanzar los 750 euros.
Los naturistas, como no podría ser de otra forma, han puesto el grito en el cielo alegando que "los ayuntamientos no pueden sacar las normas que les dé la gana y restablecer delitos que han sido abolidos del Código Penal". Según la FEN, la nueva Ley de Costas no da potestad a los ayuntamientos para decidir sobre este asunto, a diferencia de la anterior normativa "la de Franco", que sí lo consideraba una competencia municipal.
Desde hace varios años practico el nudismo o naturismo, una de las experiencias más placenteras de las que he disfrutado en mi vida. Creo que esta práctica inflinge en las personas que lo practican un sentimiento de libertad y tolerancia que te llevan a entender las playas como un espacio en el que cada uno vaya como le plazca, con o sin ropa, sin que unos o otros tengan que sentirse como bichos raros al lado del otro. También es verdad que para desnudarme busco enclaves naturales, alejados de la civilización y de aquellas playas turísticas y masificadas. No por verguenza o búsqueda de intimidad, sino porque es en estas playas donde la simbiosis cuerpo desnudo-naturaleza es más completa, por ello no me afecta la decisión del Ayuntamiento de Cádiz, ya que creo que no practicaría el nudismo ni en La Victoria o La Caleta. Pero jode que algunas instituciones se pasen por el forro prohibiciones que ya han sido abolidas de la Constitución por obsoletas e inconstitucionales. Cuando se hace la vista gorda ante otro tipo de actitudes que afectan en mayor medida a una buena convivencia.
Será por el verano, por el aburrimiento estival, pero es que otro ayuntamiento, en este caso, el del municipio de Ciudad Real ha publicado otra norma que también ha levantado ampollas. Prohibe, entre otras cosas, correr o saltar por la calle, arrojar cera al suelo durante las procesiones(imaginad esta norma en Sevilla), conducir animales en grupo sin autorización, así como la obligatoriedad de los bares de seregrafiar sus servilletas para controlar quien limpia la vía pública una ver retirado los veladores.
Genial, mientras tanto, los grupitos de niñatos en moto siguen haciendo lo que les place por las ciudades, los gorillas, por muchas normativas que se lancen a bombo y platillo, siguen intentando sacarte dinero cuando aparcas en la calle, etc. etc, etc

jueves, agosto 06, 2009

Hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo

Como está la cosa(sinónimo de crisis) y para ir tirando por ahí el dinero por servicios que no te han dejado satisfecho. Esto es lo que ha debido pensar, entre otros, un panadero granadino que ha puesto una hoja de reclamación en la oficina del consumidor porque consideraba que una prostituta no le había dado la satisfacción por la que él había pagado. Y no me extraña, teniendo en cuenta que el señor había pagado 160 euros por un servicio, que el Ideal de Granada no ha especificado, que no lo ha dejado contento.
El buen hombre, quien sólo reclamaba un poco de placer y compañía, fue a la empresa en cuestión a mostrar su queja y no debieron atenderle la reclamación ni, por tanto, enmendarle el entuerto. Supongo,aunque lo desconozco, porque este tipo de servicios no deben de recibir muchas quejas sobre satisfacciones resueltas, no porque todos los clientes se queden satisfechos, que lo dudo, sino porque nadie hasta la fecha había sentado cátedra al respecto. Ahora un granaino parece que ha abieto la veda y no me extraña, es lo que tiene el poder mediático, que de ahora en adelante muchos señores y señoras, por qué no, acudan al defensor del consumidor a quejarse por el trabajo realizado por estos profesionales del sexo.
En el fondo me parece genial. Si queremos ver la prostitución como algo normal, el oficio má antiguo del mundo, y lo que se hace es ofrecer un servicio al consumidor, como un establecimiento o profesional cualquiera, estos también deben acogerse a este tipo de quejas o reclamaciones.
Esperemos que esto no se extienda al ámbito privado y de repente una ingente marea de hombres y mujeres alcen su voz al cielo para cantar, como lo hacía la Jurado, aquello de "hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo... ".