jueves, diciembre 07, 2006

Volver la vista atrás


Es curioso, caminamos como almas errantes por las calles, llenas y apegotonadas de gente, apenas cruzas miradas con la gente, si no hay algo de ellas que llamen la atención. Un semáforo en rojo, paso de peatones en verde, cruzamos, unas facciones que me devuelven al pasado, una voz... ¡Fran... Zi es Fran! La miro, me mira y es ella...
El domingo tuve un grato reencuentro. Después de una tarde de paseo por el río y de vuelta ya a casa cuando la primera rasca de la tarde comenzaba a hacer su aparición me he reencontrado con una vieja a miga y compañera de fatiga en las ondas de Antena Sevilla. Una de esas personas que te marcan por una u otra cosa y Rocio, la Barbateña, por aquello que es de la citada localidad, forma parte de la galería de personajes de la que tarde o temprano, por mucho o poco tiempo, suelo acordarme en algunos momentos de mi vida. Rocío tenía y tiene algo especial: su sencillez, su cercanía, su sentido del humor y un hablar tan personal que no se borran de tu retina auditiva. Rocío es un bocadillo de 'zalzichón' a media mañana en el descanso de nuestras prácticas en radio. Ella era ella y su novio, Jose, la noche y el día, los sones de la capital y los ecos del pueblo, pero tan bonita pareja... Y Rocío es mi etapa de radio. Una etapa de luces y sombras que nunca olvidaré de mi vida, porque por entonces viví uno de los momentos más felices y tristes de mi vida... A veces es bonito mirar atrás y ver que hay gente que se siguen emocionando al verte y que provocan en ti una inmensa alegría. Ayer sentí eso y me gusta.

1 comentario:

la loca de la casa dijo...

QUE FUERTE! Lo he dicho hasta en voz alta al abrir tu blog y encontrarme con esa foto! y hasta me ha venido a la memoria el sabor de esos bocadillos a media mañana, jajaja. Es estupendo volver a ver a José y Rocío, aunque sea en una foto, porque junto con el sabor a 'zalzichón' han venido también los recuerdos de las risas y las lágrimas de aquella época. Es curioso que, durante mi estancia en el festival de cine, me acordé mucho de esos meses que pasamos en la radio por la camaradería, por encontrar gente con la que conectas donde menos lo esperabas. Gente que, como bien dices, se queda en tu memoria por mucho que pase el tiempo. Del resto de sus vidas ya me pondrás al corriente. Un beso pa ti, portero, también pa ellos dos, y para el resto de los que por allí pululábamos... un extraño grupo, sí señor, pero qué buenos ratos!