El lema es de un amigo. Si, ese que aparece y desaparece de tu vida, aunque siempre vuelve a casa, sea o no Navidad, pero que cuando menos lo esperas te cruzas con el por alguna calle o plaza de Sevilla acompañado de un grupo de turistas... No obstante es guía turístico.
Hoy el día ha amanecido muy cerrado y frío. Eso debe de ser que han cerrado ya el horno, según mi ya citado amigo, pero vamos sin previo aviso... Lo que presagia que pase una tarde encerrado en casita, mientras que mi otra mitad debe salir en breve a ganarse el jornal del mes hasta la noche. Me gustan estas tardes de relax de un sábado ocioso, sobre todo, y desde hoy, con la estufita aquí dando calor a mi vera, siempre a la verita mía, hasta que vuelvan a abrir el horno y vuelva a retirar la mesa camilla.
¿Que hacer? Cuando tienes delante de ti un manojo de horas, como ningún otro día de la semana, con las que poder disfrutar del tiempo libre... Desde luego y dado mi alto grado de caserismo agudo, salir a la calle no, ni aunque venga Bustamante a firmar su ultimo disco a una gran superficie sevillana, en la que echa parte de su vida mi otra mitad. Confirmado queda, por tanto, que mi ocio se debe limitar a estas cuatro paredes de mi casa. Una peli, navegar por Internet, curioseando y vicheando las fricadas de la gente, un capitulo de Queer as folk, o un poco de onanismo... ¿Que seria de mi vida sin el onanismo? Ha declarado con rotundidad ese amigo durante nuestra conversación telefónica. Pues si, tienes toda la razón, mi querido Manuel, don Manuel. ¿Que seria de nuestra vida sin esos ratos de intimidad, de autoexploración y, por que no, de auto calefacción? La vida del hombre, no me atrevo a hablar de la mujer porque lo desconozco, va intrínsecamente relacionada con la masturbación. Incluso cuando se tiene o se convive con una pareja (esto es algo que muchas personas no entienden) el onanismo esta presente, en mayor o menor medida, en tu vida. Buscas esos momentos de intimidad, de soledad, para lograr un tipo de placer que no tiene nada que ver con el que te puede facilitar otra persona. Es un placer, una sensación mas personal, como un guiño de complicidad con uno mismo para corroborar que además de compartirlo todo con tu otro yo, con esa persona que complemente tan bien tu vida, también somos capaces de buscar otro tipo de sensaciones placenteras por nuestra cuenta, que seguimos conservando esa parcela de independencia tan codiciada.
Por eso, seria bueno complementar esa afirmación de Manuel con ¿que seria de nuestra vida onanista sin Internet? La red de redes ha supuesto un antes y un después en el sexo con uno mismo. Una amplia gama de perversiones se abren ante tus narices con un solo click de ratón, sobre todo en lo que a portales de videos, estilo youtube, se refiere. Puede ser esta una opción para una tarde fría de noviembre, pero no descarto el resto. Queda mucha tarde por delante aquí sentado en mi mesa camilla.
Postdata. Para los que el frió también les corroe las entrañas, ¿que le sugiere la foto que ilustra mi post? ¿Entran en calor o aumenta su friolera solo con verlo?
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