Hoy es un día feliz. Sí, un día feliz, habéis leido bien. Luce el sol, aunque falten nueve días, disfrutamos de un clima primaveral y Aitor Ocio se ha separado de Laura Sánchez. Esto es para estar contento, porque el Hombre en mayúsculas del fútbol español, uno de los rostros y cuerpo más bello del panorama futbolístico está en el mercado.
Tras cinco años de relación, una de las parejas más envidiadas(son dos pivonazos) del faranduleo nacional ha decidido decirse bye bye y hacerlo público con un escueto comunicado de prensa que demuestra la elegancia que ha mantenido siempre en su relación con los medios de comunicación:
A fin de evitar especulaciones, os comunicamos que hemos decidido de mutuo acuerdo finalizar nuestra relación. Entre nosotros existe actualmente una relación de cariño, respeto y comprensión y así queremos continuar en un futuro, especialmente por el bien de nuestra hija. Por este motivo, pedimos respeto y os agradecemos el trato que siempre habéis tenido hacia nosotros y esperamos se mantenga en el futuro.
Lo de "cariños, respeto y comprensión" son tres conceptos a tener en cuenta en una relación en la que las malas lenguas han dicho de todo, sobre todo, teniendo en cuenta, que con tanta crema y modelito ultra fashion victim por ambas partes no estaba muy claro quien de los dos llevaba los pantalones en casa. Ya que, no nos engañemos, Aitor, del que no pongo en duda su masculinidad, Dios me libre, con esa pinta de macho bilbaino que tiene, cayó prendado a los encantos de la publicidad. Lo hemos visto posando de todas las guisas y posturas para diversas campañas de ropas o en las portadas de las principales revistas del sector, incluida alguna de temática homo. Pero, insisto, nunca he creído que fuera homosexual, quizas muy metrosexual.
Pero lo que mas nos ha prendado, además de sus poses de modelo en Cibeles, son sus posados-robados-playeros con Laura cada verano. Ese cuerpo en bañador es una imagen que no se olvida tan fácilmente, ya que el cuerpo de Aitor roza, hasta se quema, la perfección. Seguro que es el protagonista de los sueños más húmedos tanto de mujeres como de hombres en toda la geografía nacional, así como el protagonista de los carteles que cuelgan en las cabinas de los camiones de más de un transportista gay. Aitor Ocio es un icono, con o sin mujer, pero ahora más, que la separación y la distancia con su ex lo sumirán en un estado de tristeza proclive a ser consolado. Nunca mejor dicho, Aitor, estamos contigo...
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