viernes, junio 23, 2006

Caliente, caliente...


No, jajaja, no estoy jugando al juego de las pistas ni ningún sucedáneo indagatorio en el que es muy común decir eso de "caliente, caliente"... No, jajaja, tampoco es que mis hormonas anden por las nubes y vaya por la calle con la linterna roja y erecta anunciando que estoy en pie de guerra... Por si no se habían dado cuenta, queridas amigas y amigos camilleros, acabamos de sumerginos en el verano por la puerta del Príncipe o puerta grande, por darle un toque taurino... Yo creo que los 40, grados, me refiero, lo hemos superado con creces en estas jornadas en la que he sudado más que un polo de nieve en la mano de un niño. Vaya manera de celebrar la llegada del señor Verano a lo grande y con las hogueras de San Juan ardiendo a toda leña...
Cosas buenas de esta calor insoportable, que es la palabra adecuada y precisa, las ganas de playita y mar que te entra por el cuerpo cuando sales a la calle a las 4 de la tarde y los sudores te caen por la cara como dos lagrimones macarenos...
Cosas malas, la apatía y las pocas ganas de vivir que te da este sofoco inllevadero. La recta final de la temporada antes de la llegada de las tan anheladas vacaciones se hace más cuesta arriba, si cabe, con estas temperaturas poco saludables y proclives a la compañía del señor acondicionado...
Estas sensasiones son las que han marcado mi vida en las últimas jornadas en la que sigue omnipresente la búsqueda de un maldito apartamento en condiciones en el que poder disfrutar y dar rienda suelta a la independencia y la vida en pareja. Sí, lo sé, soy monotemático pero creo que tengo poco espera y la impaciencia me envarga después de sólo dos días de búsqueda, en las que sólo he visto dos pisos algo traumatizables y a punto de ver otro que algún desgraciado-a se adelantó y me lo quitó. Hoy no había ofertas para mí y cual buscador compulsivo llamé a Jobi, mi asesora inmobiliaria mulata y simpatiquísima, para que no se olvidara de mi, ay...
Supongo que el lunes será otro día y las ansias volverán a mi cuerpo, mientras tanto me dispongo a pasar un fin de semana en cuyo horizonte anhelo un día de sol y playa, de cuerpos macizos al desnudo, arena, mar, y los mimos y caricias de mi extra favorito, mi niño, que hoy está participando en su segunda incursión cinematográfica en lo que va de mes... Por algo se empieza y seguro que llega muy, pero que muy lejos... Mientras tanto se dedica a hacer de microfonista, el más guapo y resalao, en una producción italiana que se está rodando en la Casa Pilatos... Que orgulloos estoy de ti y que ganas tengo de llegar a casa y que me esperes o viceversa para pasar un rato juntos en amor y compaña...
Mientras tanto seguiré en esta sauna urbana que es la ciudad de Sevilla con resignación y preparándome para lo que se nos viene encima... Bienvenido seas, Solsticio de Verano..

1 comentario:

la loca de la casa dijo...

pues sí, más que caliente CALOR y con mayúsculas es lo que hemos tenido nada más entrar el veranito... ¡así no hay quién viva!... Bueno sí, debajo del aire acondicionado sí, jeje. Yo estoy cada año con menos tolerancia al calor, la verdad, hasta llegar el punto de sentirme verdaderamente enferma... aunque eso será de tanto ver House (hipocondríaca yo, tururú).
En fin guapetón, que ya me contarás eso de los pisos traumáticos.
Besos