
... Además de las rotondas...
Me remonto al otoño del año 2000. No, no, esto no es Cuéntame ni Qué pasó con..., lo único que ocurre es que he tenido una mañana de domingo muy Minage, muy Mónica Narnajo, y me ha hecho recordar. La diva rosa o de la movida gay recalaba en Dos Hernmanas para presentar su disco Minage, para mí, uno de los mejores de la historia de la música, si queda exagerado, uno de los discos de mi vida, uno de los que más me han marcado.
Era día 30 de septiembre, una jornada que había amanecido lluviosa y que hacía peligrar el concierto. Sin embargo, la tarde pareció arreglarse, a pesar del frío que hacía y de las nubes amenazantes, y mi Rosa, la reportera más dicharachera de Dos Hermanas, y servidor nos plantamos en el Auditorio Municipal prestos a ver el concierto. Todo estaba preparado, no había marcha atrás, la gira Minage seguía su montaje para recibir a la mujer del pelo bicolor y la voz clavante. Llegaba la hora y aquello parecía retrasarse, quizás esperando una resolución meteorológica, pero, cuando ya nadie daba un duro por el concierto, allí apareció ella, sobre un trapecio y cubierta hasta las cejas, cantando
Entender el amor. Como el tiempo, la diva dio un concierto frío y con poco contacto con un público que había pagado por aquella época unas entradas que oscilaban entre las 1.000 y las 3.500 pesetas. Mónica no tenía ganas de cantar para Dos Hermanas y para ello se hizo acompañar en sus canciones más pletóricas y que más esfuerzo vocal requerían de una base musical que apestaba a playback... ¡Qué desilusión! Apenas se cambió de traje y, peor aún, de cara ciesa y aburrida. La diva no conectó con un público que hizo todo lo que estuvo entre sus manos por levantar un espectáculo que flaqueaba en su pata principal...
Ahora visonando ese mismo espectáculo, pero en Madrid, grabado para su venta en DVD la cosa cambia y esa sí es Mónica Naranjo y un concierto a la altura de una diva de su calibre. Cuatro modelitos lució la tía, una puesta en escena espectacular, luces, efectos, color, pantallas, derroche de voz, de simpatía no, pero, ¿qué le vamos a hacer?, cada uno es como es... Una pena, porque una artista no debe medir sus espectáculos por el calibre de la ciudad que visita o porque su trabajo vaya a quedar recogido en una grabación. Los nazarenos y sevillanos que se acercaron aquella tarde a verla se merecían un espectáculo similar al de la capital o más, porque seguro que su admiración es la misma o superior, por comparar, que la del público madrileño...
Después de la crítica contenida, durante siete años... ¿Nunca han pensado que un disco parecía estar hecho a la altura de las circunstancias por las que estaban pasando? Pues eso fue lo que a mí me pasó precisamente con esta mujer, su disco
Minage, y su posterior, Chicas Malas. La vida me hizo conectar con ella de tal manera que parecía realmente que sus letras habían sido creadas expresamente para mí. Nunca he llorado tanto ni tan agusto como cuando escuchaba temas como...
Siempre fuiste mío o
Perra Enamorada...