Sevilla ya despierta y eso se nota. El frío del invierno que se ha paseado poco por la ciudad está dejando paso a temperaturas muy agradables y a días muy soleados y primaverales. Se acerca la Semana Santa y también se nota. Las calles de la ciudad comienzan a llenarse de gente y ya se celebran los primeros cultos y viacrucis de la Cuaresma. En la tarde del lunes, la ciudad se echó a la calle para contemplar el viacrucis organizado por el Consejo de Hermandades y Cofradías. En esta ocasión laimagen elegida para presidirlo era la del nazareno de la Hermandad del Valle una talla impresionante, de cuyo autor no puedo acordarme, que ha recorrido las calles del centro de la ciudad con una magestuosidad pasmosas.
Y la ciudad de Sevilla que parece diseñada para la ocasión ha dejado en la retina imágenes para el recuerdo, con la Giralda de fondo, siempre atenta y custodiante. Pero lo más original y sabéis que es lo que más me gusta ha sido el contraste entre la tradición y la modernidad, entre el cristo nazareno y las estatuas de la Plaza Nueva, un culo y una imagen religiosa, profano y sagrado...
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