"A mi novio le gusta mucho la postura del perrito. ¿Es gay?"

Ni que el culo sea propiedad de los gays. Este titular tal cual reza en la cabecera del blog ha aparecido publicado en un consultorio sexual de un diario gratuito. La chica en cuestión, muy preocupada y afligida, hace un llamamiento a la experta asegurando que desde hace unos meses a su chico le ha dado por penetrarla por detrás, utilizando la popularmente conocida como postura del perrito.
La incultura sexual que aún reina en este pasi tercermundista y los prejuicios, que tampoco son moco de pavo, llevan a la inexperta a relacionar esta postura con la homosexualidad. Parece como si a los gays sean a los únicos a los que le gustan que le den por el culo y os puedo asegurar que no a todos. Me imagino yo, por ponerse uno a divagar, a ese novio experimentador pidiéndole a su chica, pivita o gordi, que le introduzca un dedo por su esfinter o culo. ¿Se imaginan que disgusto se puede llevar esa mujer? "¿Un dedo por el culo de mi novio? Pero, si eso es de maricones", exclamaría la afligida amante desdichada.
Hace unas semanas haciendo un reportaje para el periódico en el que trabajo sobre los juguetes sexuales, su encargado me aseguraba que cada vez más las parejas se abrían a los objetos eróticos independientemente de la condición sexual, es decir, lo que me quería decir ese buen hombre era que no era atípico ver a una pareja hetero comprando un consolador o unas bolas chinas para introducírcelas al chico, en lugar de a la chica.A veces y leyendo estas cosas lo dudo, incluso, teniendo en cuenta que un icono de la sexualidad y la masculinidad, como Nacho Vidal, es uno de los pocos actores del porno, a los que le gustan que jueguen con su ano.
Aún queda mucho camino por andar para que a más de un machito, gallito o hormonas masculinas andantes desasocien la idea de que culo es sinónimo de marica y de que por ahí no debe entrar ni el aire.
Con posturas como esta es muy difícil que se pueda disfrutar de una relación sexual libre, placentera y ajena a todo tipo de cortapizas. Ya es hora de que nos abramos más a las nuevas experiencias, disfrutemos de la vida y dejemos de mirar las etiquetas. Estas para las rebajas...