Your Majestic, Enrique VIII

Crees que conoces la historia, pero sólo sabes como acaba. Para llegar al corazón de la historia hay que remontarse al comienzo...

Y así es como empiezan todos y cada uno de los capítulos de Los Tudor, una serie sobre la vida del rey Enrique VIII de Inglaterra, cuya primera temporada acabo de terminar hace unas horas. ¡Qué me gusta una ficción de época, un traje largo y vaporoso, los corsés con esas tetas que parecen que se van a caer del frutero...! Me hubiese gustado, por una parte, vivir en una corte de esas y lucir esas prendas tan ricas en tejidos y barrocas en sus diseños, tanto para hombres como para las mujeres. Porque vaya los modelitos que me luce Jonhatan Rhys Meyer, sin olvidar los collares tan ostentosos que lucían los hombres. Para que digan que las joyas son cosas de mujeres y de mariquitas. ¡Incultos!
Me dicen y me aconseja que la serie se ciñe muy poco a la realidad, que se pasa la historia a la torera, pero no debemos olvidar que aunque trate sobre un personaje real y una época, es un trabajo de ficción y la ficción se puede permitir estas lisonjas. Empezando por la imagen del propio monarca que da Rhys Meyer, joven, atractivo, poderoso, seductor y mucho más complejo y fascinante que la tradicional imagen del orondo soberano de barba roja.
La primera temporada de Los Tudor, que creo que hasta la fecha sólo cuenta con dos temporadas grabadas, se centra en el momento de la historia en la que Enrique se da cuenta que su matrimonio con Catalina de Aragón (uno de mis personajes favoritos, que prestancia y que elegancia de reina, Dios), esposa de su fallecido hermano Arturo. Una situación que se precipita con la entrada en la corte de la bella Ana Bolena, cuyo padre y tío, dos grandes lores, hacen todo lo posible para metérsela por los ojos al monarca. Este es el epicentro de la historia, en la que también cobran protagonismo el ambicioso Thomas Wolsey, cardenal que guía los pasos de Enrique, su confesor y mentor; las crisis reformistas de la religión, o los conflictos con Francia y su rey Francis y España, con el Emperador Carlos V.
La verdad es que este tipo de series engancha, porque vaya los tejemanejes que se traían en la corte en aquella época. Yo no me imagino al Rey Juan Carlos así en La Zarzuela, con esos consejeros, esas intrigas y esos amoríos de palacio. Vamos que aquí cobra fuerza el dicho de que cualquier tiempo pasado fue siempre mejor.
De la primera temporada me quedo, como ya dije, con las apariciones de Catalina de Aragón, que es como Juana Reina sobre un escenario, o con Enrique VIII en el último capítulo, en el que nos muestra al soberano sofocando sus fuegos internos y ni en estos momentos los reyes disfrutaban de la soledad que requiere un acto similar. No, estaba acompañado por un sirviente que le sujetaba el paño con el que debía limpiarse. Brutal y una duda, en la época de Entique VIII ya se decía la expresión "me corro" o es un fallo de los subtítulos....

They are supermodels

Debo reconocer que me han sorprendido las finalistas femeninas de la edición 2008 de Supermodelo. Primero, porque mi final contaba con Yara, expulsada en la jornada del jueves y con Mamen, expulsada hoy jueves. Ninguna de las dos ha superado el escrutinio de un público que ha querido que estén en la final del viernes Eva, una de mis favoritas desde el comienzo, Amparo, el toque original, y Belén, que no la hubiese dejado pasar de los casting y qude, paradojas del destino, se ha colado en la final. Si soy sincero no sé que va a pasar mañana. Con un criterio meramente objetivo y profesional la ganadora de Supermodelo debería ser Eva, porque ha demostrado en el centro de formación, aunque a Josie no le gustasen sus mechas, que es una verdadera super modelo, tanto delante del objetivo como en la pasarela. Pero mucho me temo que el público va a votar a Ámparo, por lo de siempre, el patito feo del que todos esperan que salga el cisne, que aún, tras cinco semanas de programa, no ha salido. Belén, que se conforme con un tercer puesto y ya va bien servida.
Los finalistas masculinos sí me los esperaba, tras la expulsión ayer de Arturo y la de hoy, en la que ha salido Iván, otro de los que no deberían haber sobrevivido al yate. Javier, Aarón y Oliver son tres dignos aspirantes al primer título de super modelo, por el riguroso orden en el que he escrito su nombre. Veo en tercera posición a Oliver, como un animal de fotografía, ya que de pasarela creo que no da la talla, pero tiene unos ojos que se comen el objetivo y unos abdominales que... para qué mas. Aaron, uno de mis favoritos desde el comienzo del programa ha demostrado ser un auténtico modelo, mucho más aún, cuando alguien tuvo la genial idea de cortarle esas rastas y darle el toque más fashion que se ha dado en el centro de formación. Creo que puede tener porvenir. Javier es mi ganador absoluto desde los casting. Aunque, reconozco, al principio, no me convenció mucho cuando vi su primera imagen tirándose por un tobogán para ser captado por el objetivo de Rouzic; su aplomo y elegancia sobre la pasarela lo han convertido en el mejor modelo de la casa, además de tener una belleza original, ya que no es el típico guapo clásico y típico tópico. Si no que tiene un rostro poliédrico y con muchos puntos de vista.

Como, si todo sale bien, mañana, cuando estén emitiendo la final, espero estar cerca del mar, estas son mis impresiones de los finalistas y mi quinela de ganadores. Espero no haberme equivocado porque entonces no sería una final justa...

Kani´s for life

Sí, lo reconozco, me ha gustado mucho el tercer disco de Haze o, como él lo ha titulado, su 3º Round. El rapero de Los Pajaritos o el Héroe de Barrio ha vuelto al panorama musical tras su no tan laudeado segundo trabajo discográfico, al venir del éxito tan rotundo de su debut, y lo hace con toda la fuerza. En su misma línea, porque no cambia, ¿para qué?, si lo que hace tiene éxito(mas o menos), Haze ha optado en esta tercera vuelta de tuerca por arroparse por grandes figuras del panorama musical español, como José Mercé, en una histórica canción sobre El Lute, y hasta con Luis Eduardo Aute, con uno de los temas que para mí es de lo mejorcito del disco; así como con otras figuras menores, tipo La Húngara, pero cuya canivoz tan bien le sienta a sus canciones, y Estrella, una artista nacida a la sombra de Junior y que ha medio golpeado con fuerza en el panorama musical andaluz.
Lo que sí he notado es que Haze ha vuelto a apostar por lo andaluz y los sones aflamencados, que dejó algo olvidados en su segundo trabajo, incluyendo en uno de sus temas, su primer single, un sample de Te estoy amando locamente de Las Grecas. Sus letras siguen hablando de lo mismo, más de lo mismo: delincuencia, niños de barrio, drogas, delincuencia; mientras que su lema sigue, también, siendo el mismo, el espíritu de supervivencia, a pesar de que ya no sea un niño de Los Pájaros, ahora vive en Triana, y lo viste la casa Nike.
Curiosidades de 3º Round, el tema dedicado a la prensa rosa,en el que no deja títere con cabeza entre los comentaristas del corazón, o las nuevas denominaciones que de el mismo se hace. Ahora se hace llamar 'Haze Kan' o 'Haze for Life'.
Y ustedes se preguntarán qué hace un portero como yo escuchando una música como esta. Buena pregunta, pero con una fácil respuesta. Supongo que lo que más me gusta de los temas de Haze, aunque sigo diciendo que por encima de esa imagen de tipo duro que intenta vender, sigue predominando letras demasiado sensiblona, de ese niño que aún lleva dentro... A lo que iba, lo que aguanto de sus discos frente a los de otros raperos es su soniquete flamenco, que decía había recuperado, y ese localismo sevillano del que habla en sus canciones. Es un disco con mucha fuerza y mezclas musicales muy diversas de un rapero que, como él dice en sus letras, me hace "perder aceite". Una mezcla explosiva, ahí es nada. Ya me veo en un futuro no muy lejano cantando a dúo con él, como ya lo hicieran Eminem y Elton John. Cosas peores se han visto...

Me gusta el fútbol... a la fuerza

Por si no se habían dado cuenta, difícil, perdonenme que lo dude, estamos en la Eurocopa. Digo lo de la duda no porque uno sea desconfiado sino porque los medios de comunicación, especialmente la televisión, se han encargado diariamente de recordárnoslo. Ni la huelga, ni los supermercado desavastecidos, como si en plena guerra civil estuviésemo, han podido con la primacia mediática de los hombres de Aragonés en tierras extrañas.
Que si Cristiano Ronaldo levanta el pie un poco mas de lo normal o se va en su día de descanso a dar uina vuelta en yate(vaya pijerío) por un lago sueco con la puritita casualidad de que lo pillan los fotógrafos y ya saben los periodistas que ese paseo, con su representante, es para hablar de su futuro en el Real Madrid. Yo me lo traía a España, pero al Betis o al Sevilla, no soy ni verde ni rojo en este asunto. Me imagino a Cris paseando por la calle Sierpes y comprando en H&M. Yo me muero de un patatús y no de la calor que ya nos está abrasando.
Que si el niño, cara tiene, Torres, se ha enfadado porque Luis, el Mister(me encanta esta palabra) lo ha sustituido en el primer y alabado partido contra Rusia. Ya hay temas para las tertulias futbolísticas para rato. Nos encantan estas salidas de tono de los futbolistas para que en las ruedas de prensa donde dijo digo diga diego y diego le de la réplica. Parece que ya está resuelto. Es un tema de vestuario, afirma el futbolista del Liverpool (¿Sigue jugando allí?), aunque a mí, la verdad, me interesan más otros temas de vestuario, sobre todo estando en la selección el andaluz y bético Juanito. ¿Puede un futbolista tener mas pluma que este hombre? Me pone malo...
Y todo esto lo sé sin tener ni pajolera idea del deporte rey, pero es inevitable abstraerse del huracán fútbol cuando a la hora que pongas la televisión, sobre todo si eres seguidor Cuatro, allí están los Manolos inventando su periodismo deportivo. Supongo que están aprovechando el momento por si España, como vaticinan los malos agoreros, no pasa de cuartos de semifinal.
Yo no quiero ser joioporculo y le deseo larga vida a los españoles en la Eurocopa.Total, así tenemos más minutos televisivos de tíos en calzones corriendo en el campo detrás de una pelota. Es una de las visiones o descripciones del fútbol que siempre me han gustado, aunque me la metan por los ojos a la fuerza.

No es otra película de gays, desgraciadamente

Yo pensaba que el bizarrismo tipo Porkys, American Pie u otros especímenes por el estilo eran propiedad privada de la heterosexualidad y el machismo bravío y me he tenido que comer mis palabras con papas. Ayer noche, Another Gay Movie (me gusta más su título original), me hizo cambiar de opinión. Y es que si los gays comenzaron su proceso de 'heteroización' con algunas costumbres tipos, como las bodas, o esa mezcla de estilo, gay-cani, que es HyM o Pull and Bear, ahora con este tipo de películas han alcanzado el grado máximo. Se podría decir que ya somos "normales" y "comerciales".
La película no había por donde cogerla, así que si la ven expuesta en la estantería de un videoclub o grandes almacenes no hagan por cogerla y, si se arman de valor, díganle al encargado del mismo que la retiren por ser altamente perjudicial para la salud. Si en las cintas que he mencionado anteriormente, el principal objetivo de sus protagonistas es lograr follar o tirarse al mayor número de tías buenas posibles, mostrando sin pudor sus instintos más bajos, los gays en esta película hacen más de lo mismo. No, no intentan acostarse con el mayor número de mujeres, eso sería para Oscar al mejor guión, sino que sus vidas o, concretamente, sus vacaciones de verano se centran en conseguir acostarse con todos los tíos que se le pongan a huevos, nunca mejor dicho.
¿Y para qué entrar a hablar de los tópicos? El gay guapera, el mojigato que no ha salido del cascarón, el gay virgen que busca ansioso y como sea su primer polvo, y la loca estrambótica, que creció haciendo en las fiestas de fin de curso números de Madonna. Por no olvidar a las bollos "camioneras" y a la madre filogay que es un guiño a la mama de Michael en Queer as Folk.
La película es vulgar, con desnudos a tomo y lomo(y eso que a mí me gusta un desnudo), muchas escenas de sexo y hasta roza lo escatológico. Si, el mundo gay, siempre relacionado con el glamour y el estilo, se codea en esta película con los bajos fondos.
En fin, como su propio nombre indica, no es otra película sobre gays, por mucho que sigamos apareciendo relacionados con la promiscuidad,el sexo por el sexo, la superficialidad y cosas por el estilo. Pero, vamos, que ya estamos acostumbrados y, a lo mejor, hasta es verdad.

Un mal día lo tiene cualquiera

Quizás Carne Trémula sea una de las películas menos personales de Pedro Almodóvar y una, también, de las que más desapercibidas han pasado en su trayectoria, tanto por la trama como por la interpretación de su elenco artístico que, salvando las típicas excepciones, no hacen su mejor trabajo.
Hacía años que no veía esta película, pero nunca es tarde para revisionar una de las cintas de la filmografía de mi director fetiche. Almodóvar o te gusta o no te gusta, no hay términos medios y yo me englobo en el grupo uno. Por ello, hasta en películas como esta, más malilla, siempre saco algo positivo de la misma. Recordar que Carne Trémula fue el inicio de una larga historia de amor profesional y de amistad entre Pedro y Penélope Cruz, que hace en esta cinta su primera colaboración, tan soñada, con el manchego y la verdad es que no está nada mal. Junto a Pilar Bardem, son lo mejorcito de la peli. Ah, por cierto, los ahora novios, Pe y Javier Bardem, vuelven a coincidir en la gran pantalla de la mano del director manchego.
Encuadrada en el género negro y con una banda sonora muy flamenca, Carne Trémula se podría definir con un lema: Estar en el sitio equivocado en el momento adecuado. Victor es un joven que no ha tenido una vida fácil. Nacido en plena época franquista en un autobús de madrugada, en su juventud se cruza en un bar de copas con Elena, hija de un embajador adinerado y drogadicta. Juntos tienen un afair en el baño que marca al joven pero deja indiferente a ella, quien colocada le anota en un posa vasos su teléfono y dirección. Engañado y pensando que ella está colada por él, Victor vuelve a llamar a Elena, que pasa de él. Ni corto ni perezoso, se presenta en su domicilio... Este es el comienzo de una historia que comienza a enredarse con la aparición en escena de David y Sancho(Bardem y Pepe Sancho), dos polis que acuden al edificio al llamar una vecina asegurando que ha oído un disparo. Esa noche y en ese piso de Eduardo Dato se cruzarán y marcaran las vidas de estos cuatro personajes, complementadas con la presencia de Clara (Ángela Molina), mujer de Sancho.
Quitando la maestría mostrada por Bardem en silla de ruedas, por las secuelas de ese acto de servicio, y la veteranía de Sancho tras las cámaras, las actuaciones de la película son penosas. Molina está perdida como siempre, Liberto Rabal, que tanto prometía, no está nada creíble y muy poco amoldado a las manos del director y Francesca Neri está super artificial. Una conjugación nefasta que, para colmo, no se sazonan con las pinceladas del llamado 'Universo Almodóvar' y que en esta película brillan por su ausencia, sin contar con el prólogo, ambientado en la época franquista, en el que, insisto, Penélope y Pilar Bardem bordan las escenas.