miércoles, septiembre 10, 2008
¿Se llama copla?
Cuando un formato televisivo afronta su segunda temporada pierde toda la frescura y el encanto que le dieron el éxito en su debut. Pruebas de esto que digo hay muchas y tan sólo tengo que remitirme a formatos como Gran Hermano u Operación Triunfo. En el caso de Se llama copla, programa que arrasó la pasada temporada en los canales autonómicos, la historia se repite.
Comienza una nueva temporada y, debido a su gancho con el público, la dirección ha optado por alargar el programa emitiendo los casting, así como dos galas previas de pre-selección, de las que ya se ha emitido una, y que a mi parecer sobraban, porque lo único que han hecho ha sido meter a los 10 ó 12 buenos que serán los que entren en el concurso rodeados de morralla con el fin de llenar dos o tres horas de programa, además, grabados, algo que hasta ahora nunca había pasado en Se llama Copla.
En los casting, como ya han puesto en evidencia productos similares, vease OT, la tónica general era poco cante y mucho dramón televisivo. Es decir, que si un aspirante era ciego, otro tenía lunares en los ojos y el tercero había perdido a no sé cuanto seres queridos sin que pudisen verlo despuntar como artista. Como si la vida fuese un camino de rosas para el resto de los mortales. No sé si pretendían vender pena o arte, que es de lo que realmente se trata.
Otra cosa, se me acaba de venir a la cabeza, que le cambien el repertorio a los veteranos del consurso, que, como no podía ser de otra manera, estuvieron en la primera pre-gala, apoyando a sus pupilos y cantando. Estoy hasta la peineta de escuchar a Antonio Cortés, alias el robot e la copla, cantando el Mi niña Lola o a Rosa Marín, la mostachoncito de Utrera con el Poema de su Soledad; y menos mal que Joana Jiménez no cantó con los Bracitos en Cruz o Niña de Fuego, porque si no me corto las venas.
El jurado, con novedades, parecía cansadao y hasta la flor de dar un veredicto, ofreciendo comenrarios y opiniones sin fundamento. Y de Jurado a Pantoja y tiro porque me toca. La Mohedano, aquella chica que dícese ser cantante, pero que canta menos que un alerón en un anuncio de Rexona, ha dejado su sillón a Sylvia Pantoja, la primísima, que no sé muy bien si se ha puesto tetas o pelos porque de todo le sobraba. Eso sí, esta es otra de las que dicen ser cantante, pero a la hora de la verdad...
La presentadora igual de patosa, con poco arte, y menos estilo a la hora de presentar el programa que una bata de cola de leopardo. Que mujer más siesa y nefasta para la televisión. A ver si se consolida su relación con Iker Casillas y le da, como a Nuria Bermudez, por representarlo profesionalmente al más puro estilo de una mujer de negocios. Porque además, tiene la desfachatez de decir en televisión que ella presentar poquito... Y tan poco, bonita.
Y por último, los candidatos, lo más importante, aunque no lo parezca, lo poco que he visto, hay gente que despunta, que parece que puede dar el cante, con lo que se augura una buena competición. Esperemos que la dirección no lo estropee con morralla o gente sin cualidades, pero que den el espectáculo, y no precisamente artístico.
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1 comentario:
Totalmente de acuerdo contigo. El fenómeno copla-Andalucía tiene muchos adeptos aquí (ya veo) pero temo que en las buenas fotografías, tanta sobreexposición termine por degenerar tan buen comienzo. En fin.
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