¿A qué juega Jesús Quintero?

Ya va siendo hora de que retire la mesa camilla porque no veas el calorsito que hace por Sevilla. Cuando menos se escantille, quito la tarima de la copa, saco las enaguas, la meto en la lavadora y pongo un paño de punto de cruz que me trajo mi madre de Portugal, más fresco y primaveral... Bueno, ¿a qué venía yo?... ¡Ah, sí! No veas que mal rato y que bochorno he pasado esta noche con el programa de Jesús Quintero. El Loco de la Colina me ha decepcionado. O me ha decepcionado o es que últimamente soy una presa fácil de la decepción. ¿A qué juega el gran mago de las ondas? ¿El hombre que te engatusa con su sensualidad interpretativa? Momentos de auténtica tensión he vivido cuando Quintero se afanaba por preguntar a Pepe Navarro sobre el escándalo que en las últimas semanas está copando minutos y portadas de la prensa del corazón. ¿Dónde ha quedado el Jesús de preguntas simples pero profundas? ¿Qué le ha influido para que deje de convesar con sus invitados y se limite a escudriñar como la más repugnante ave de rapiña para sacar a la luz lo que todos los programas de corazón desean conocer de su entrevistado? Que si qué te pasó con Sonia Monroy, Vicky Martín Berrical o Estíbaliz Sanz; que si lo estás pasando muy mal o qué mal ha hecho para que le hagan esto, etc, etc, etc.
Pero aquí no queda la cosa. La siguiente entrevista con el mítico El Lute se centra en una denuncia que su mujer le ha hecho por malos tratos. Durante más de diez minutos Eleuterio se centra en relatar su pesadilla personal en la comisaría... Pero aún hay más, porque el siguiente, el tocado Micky Molina, que ahora no bebe, actúa, utilizará las camaras de Quintero para explicar públicamente el episodio de una supuesta borrachera en un programa de Canal 9. La charla concluye con una moraleja: todo fue producto de un montaje, ya no bebo, y ahora no me gusta trasnochar... Se le nota en las ojeras...
¿En qué se diferencia esto de lo que todas las tardes hacen los criticados y vapuleados chicos del tomate? ¿En qué quizás a Quintero aún le quedan algunos vestigios, pocos, pero algunos de buen periodismo? Lo mejor, sin duda, de la noche, no sé si fue la breve pero canalla intervención musical del Muchachito Bombo Infierno o la aparición en escena de la sin par Maribel Verdú,a la que Quintero definió con toda la cara como "uno de los siete mejores culos del cine español y la mujer que mejor hace de puta". Ahí es nada. Sin ninguna duda la mejor entrevista de la noche en la que la eterna Lolita del cine español puso la nota glamourosa e inteligente de la velada. Esperemos que Jesús recapacite, tome este ejemplo y que el loco deje la colina para volver como los ratones coloraos. Al menos, será más creible...