sábado, septiembre 02, 2006

A veces, veo muertos


Sí, soy yo, no he muerto presa de las altas temperaturas ni atropellado(toquemos madera) por un coche tuneado conducido por un cani sin camiseta bajos los acordes de Haze u otro sucedáneo de su estilo. Estoy vivo, el portero y dueño de la mesa camilla más famosa de Blospot, o eso me creo yo, sigue entre vosotros y no va a dejar de dar la guerra.
Los motivos de mi ausencia durante casi dos meses: mi nueva vida independizada, de la que ya os di cuenta en mis últimos post donde os hablaba de mi nuevo apartamento en pleno centro de Sevilla y los aburridos y lentos trámites burocráticos para darte de alta en algunas de las muchas compañías que te ofrecen con mucha ojarasca servicios de adsl. Un mes he tenido que esperar para que me llegue a casa un router, que no se si viene directamente de Japón, y para que me solucionen la primera incidencia sin haberme dado casi de alta. Todo un recor, creo yo.
Pero ya estoy en red y eso supone que me veréis por aquí con mucha frecuencia con la finalidad con la que creé este rinconcito que en breve recuperará su mesa camilla una vez superado los sofocos estivales.
Ay que ver que difícil y cara está la vida hoy en día. En una sola jornada, la de hoy, he desembolsado 320 euros. Para empezar le he pagado a mi casera, la gran Catalina, el alquiler y el agua del mes de septiembre y después he soltado algunos cuantos de euros más en una gran superficie de la que he salido con un carro lleno.La de cosas que se necesita para vivir. No sabía que dos personas acabasen tan rápido con tanto refresco, cerveza, tintito de verano, patatas, pastas varias, ensaladas, carne, conservas, zumos y otras muchas cosas mas que ya copan las depensas de nuestra pequeña cocina. Y para colmo si ya nos supone todo un esfuerzo su desembolso, más esfuerzo supone aún el hacer llegar la mercancia por las estrellas escaleras del número 14 de la calle Harinas. ¡Qué sudores, Trianera del amor hermoso! Con dos o tres sesiones de compra no se yo para que necesito yo un gimnasio, del que ya os hablaré en otro post, porque también tiene castañas mi nueva incursión en el mundo de los gym sevillanos.
Tengon tantas cosas de las que hablaros queridas amigas, que ya iré racionalizando los temas por días para que no os canséis. Sin más, este que os escribe y que suda como un condenado, se despide.Menos mal que mañana me espera la playa...

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