domingo, agosto 10, 2008

ABBA forever


Llega a las pantallas cinematográficas lo más decente que se ha estrenado en este verano, y si se tiene en cuenta que me estoy refiriendo a la adaptación cinematográfica del musical Mamma Mía, ya me dirán ustedes el nivel de las películas estivales de 2008. Esta mañana, después de varios días de desconexión en medio del campo, nos hemos acercado hasta el aire acondicionado de un multicines para ver un poco musical. Tenía ganas de ver este filme porque, lo confieso, soy ABBAmaníaco. Además de los temas de La casa azul, creo que Abba es uno de los grupos que más buen rollo ha trasmitido en sus canciones, cargadas de ritmos discotequeros de otros tiempos.
Utilizar temas de estos suecos para ambientar una película no es de lo más original, ya lo hicieron otros y muy bien, por cierto, como Las aventuras de Priscilla o La Boda de Muriel, las dos cintas que me engancharon a los ritmos abbarescos. Pero por mucho que se hagan películas, musicales o lo que sea con los sones de fondo de ABBA, siempre es un gustazo para los oídos y para los piés, que se te van solos, escuchar en la gran pantalla el Mamma Mía, Supe Trouper, Waterlood, Dancing Queen o Voleuz Vous.
Esta película (momento Raquel Revuelta) cuenta la historia de una chica que ha crecido sin saber la identidad de su padre. Su madre, Meryl Streep, una hippie ligeritas de casco que se afinca en una isla griega donde monta un hotelito, nunca se lo ha dicho. La joven cree que su boda es un buen momento para descubrirlo y manda una invitación a los tres hombres que su madre menciona en su diario de hace 20 años, para ver cuál puso la semilla, entre el trío, Pierce Brossnam y Colin Firth.
A partir de esta trama, columna vertebral de la película, se van articulando los temas del mítico grupo sueco, algunos piensan que con calzador, para mí, en ocasiones, excesivos, ya que la película cuenta con más partes cantadas que habladas, y los númeritos musicales, sobre todo de los temas menos conocidos llegan a ser pesados. Un punto a su favor que los actores y las actrices, mejor o peor, son los que ponen sus voces a los temas musicales. Lo único que resaltar de un reparto, sobre todo los más conocidos, que pecan de sosos. Además, la Streep más que una hippie madura parece una bruja con esos pelos y esa nariz. Absurda,como su personaje.
Eso sí, la peli te hace bailar en el asiento y tararear los temas, con una puesta en escena super colorista y refrescante. Un musical petardo, como ya lo han calificado por ahí, pero que entretiene y ya esto para mí es un logro, como está ultimamente la industria cinematografica. Ya os hablaré en otra ocasión de Aprendiz de Caballero o, mejor, no; o de como cargarse un clásico como el Decameron y convertirlo en una secuela de American Pie, y creo que sería la 7.

No hay comentarios: