viernes, agosto 01, 2008
Isabel versus polémica
El día 2 de agosto de hace ahora 52 veranos venía al mundo una niña en el barrio de Triana, del Tardón concretamente, que no se podía imaginar la cantidad de tinta que iba a correr para hablar de su vida... Es el cumpleaños evidentemente de Isabel Pantoja. Onomástica que celebra de nuevo, si tiene ganas de ello, rodeada de polémica. Yo creo que si buscáis en el diccionario polémica, la primera acepción es Isabel Pantoja.
La tonadillera tenía pensado celebrar su cumpleaños en El Rocío con un concierto y varios días antes de la celebración la artistas lo ha suspendido, según ella, por incumplimientos de contrato de la empresa organizadora. En estos días se ha oído de todo: que si aún no le habían pagado el concierto en Benacazón de la misma empresa, que si el recinto no estaba bien acondicionado para un evento de estas características e, incluso, problemas en la venta de entradas. Se comentaba que la taquilla estaba en números rojos, vamos, que había vendido menos localidades que un concierto de la orquesta camareta austriaca de Linz. La Pantoja alegaba que los puntos de ventas eran insuficientes y la empresa que si su imagen, que era la que aparecía en los carteles, no vendía era problema de ella.
En esta andaban ambas partes mientras sus fans recibían el jarro de agua de fría de la suspensión del concierto. Es muy fácil opinar, como lo hacían esta tarde algunas señoras de Almonte, sobre que si la Pantoja se debía a su público y vivía de ellos, por lo que sólo por verles la cara debía cantar. Yo le diría a estas almonteñas que la Pantoja vive, como todos, del dinero que le reporta cantar, no de ver la cara de su público, que eso no alimenta, por lo que las animaba a ellas, que son tan dispuestas, a que vayan a trabajar gratis a su empresa sólo por el cariño y el apego que le tienen a sus compañeras.
Lo que sí es cierto es que mi aún admirada Isabel necesita un lavado de imagen como el comer. Así no puede seguir si pretende seguir viviendo de su arte, con esa estrella que pesa tanto y que lleva a sus espaldas.Un peso incrementado al pasar por un calabozo, como supuesta blanqueadora de caudales públicos. Algo que le reportó algunos beneficios en los conciertos más próximos a su detención, por el morbo, pero que a la larga perjudica. Maribel, cariño, de corazón, abandona ese caparazón, sé más abierta, comúnicate más con los medios, más promoción de tus espectáculos y sobre todo, necesitas nuevo disco y nuevo baño de multitudes con tu público en esas firmas de disco, de las que últimamente eres tan poco pródiga. Una artista no puede pretender estar en la cabeza del público encerrada en las cuatro paredes de su mansión y saliendo de hito en hito. De esa forma sólo permanece lo que de ti dicen los demás y eso, en tu caso, no interesa.
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