domingo, agosto 03, 2008

Match Point o la historia de un trepa

No soy muy seguidor de las películas de Woody Allen, por lo que desconozco su universo personal, pero eso no es un impedimento para que hable de la última peli que vi en estas sesiones que yo he dado en bautizar como Cine de Verano.
Anoche me tragué Match Point, la aclamada cinta del director del saxofón, ¿o toca otra cosa?. Una película que cuenta la historia de Chris Wilton, un joven tenista que de la noche a la mañana comienza a trabajar como instructor de tenis en un club de ricachones. Allí conoce a Tom, un joven multimillonario que lo introduce en el mundo de una sofisticada familia de la alta sociedad: noches de ópera, cocteles en casa y otros actos sociales que, de pronto, encandilan a Chris que ve en la joven Chloe, hermana de su amigo, una oportunidad para medrar en este mundo que se le presenta: una vida fácil y llena de comodidades, un trabajo con aspiraciones y todo el lujo que otorga vivir en la alta sociedad, incluso el hecho de tener un chófer personal.
En este ambiente conoce a Nola, una guapa y rubia norteamericana, por entonces novia de su amigo, que lo llevará por la calle de la amargura. Chris comenzará a debatirse entre la vida acomodada que le da su esposa, aunque con poco amor y poca pasión, o el desenfreno y las turbulencias de su escarceo con Nola. Una relación muy peligrosa para su situación.
¿Lo dejarías todo por amor? ¿Serías capaz de abandonar todo lo que te has labrado, todo lo que has escalado en la vida, por una pasión desenfranada? En esta diatriba se mueve el protagonista cuando la situación se le va de las manos. En este contexto juega un especial protagonismo el factor suerte, en el que Chris confía ciegamente, ya que en un partido de tenis la pelotita puede rozar la red y, o caer del lado contrario y ganar, o caer de tu lado y perder. Chris, se puede decir, que es un tío con suerte.
Me ha gustado mucho la interpretación de Jonathan Rhys Meyers, sobre el que recae todo el peso de la película, compartido, en ocasiones, con la nueva musa de Allen, Scarlett Johansson. Rhys Meyers refleja a la perfección la evolución de un joven y apocado buscavidas que se va haciendo un hueco en la sociedad, así como una situación desbordada logra sacarlo de su estabilidad y sus casillas, dando un giro a la película(aunque algunos listillos de los foros se lo esperaban, lo que hace de ellos unas personas con poca suerte y que no disfrutan de las pelis) que me sorprendió muy gratamente, ya que la película resulta en ocasiones demasiado contemplativa.
Altamente recomendada para los amantes de la ópera, ya que esta se apodera de toda su banda sonora...

1 comentario:

Carlos dijo...

una de las mejores películas de la última etapa de woody allen
la decisión que toma el tipo...

y nada, nice blog
buen blog

saludos