jueves, septiembre 04, 2008
Con las botas puestas
Si en el fondo todos somos iguales, humanos de carne y hueso, y con las mismas necesidades físicas y psicológicas. Y si no me creen, que se lo pregunten a el actor estadounidense Josh Hartnett. Los famosos, para que vayamos pillando la onda, aunque lo veamos divinos de la muerte, a algunos más que otros, pisando con garbo la alfombra roja de la fama, también son personas que se levantan con malos pelos, van al baño(por delante y por detras), se pueden tirar un pedo, eructar, hurgarse la nariz y hasta, en un monento dado, darle un calentón del quince y tirar de frase tópica con un aquí te pillo aquí te mato...
A esto me refería cuando hablaba de Josh, el actor de La Dalia Negra o Pear Harbor, quien fue sorprendido recientemente por un circuito cerrrado de seguridad manteniendo relaciones sexuales con una chica, una pena, en la biblioteca de un hotel de Londres. Como lo oyen, que el muchacho, de 30 años de edad, no pudo ni esperar a subir a la habitación del hotel para desahogar sus instintos más íntimos y animales, montando el númerito en aquel rincon público, símbolo de paz y silencio. Quizás a Hartnett le estimula o da morbo, el hacerlo con el riesgo de que puedan pillarlo o estar observándolo. Aunque para lote el que se dieron , mirando digo, los seguratas del hotel al descubrir a la pareja entre los volúmenes de Oliver Twist investigando en la anatomía humana.
Lo que sí está claro es que la dirección del hotel puso el grito en el cielo. Yo hubiese comercializado el video, como hizo la ex novia de Collin Farrel en aquel video casero en el que se mostraba al actor manteniendo relaciones sexuales. Pero, no, el hotel amonestó al actor y le “invitaron” a abandonar la estancia. Ni Josh Hartnett ni leche. A la puta calle a desfogarse, como si de dos adolescentes se tratasen, que son pillados en la sala de estudio de una biblioteca dándose el lote.
Si en el fondo todos somos unos pobres mortales que vamos hacia el mismo sitio...
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1 comentario:
No me extrañaría que el vídeo de la parejita esté ya rulando por la red. No en vano, como decía Homer Simpson, cualquier hijo de vecino tiene el derecho de saber todo lo que le ocurre a los famosos, que para eso están y ganan tanto dinero. De cualquier forma, ¿hubieran actuado los del hotel de la misma manera si el protagonista de la historia fuera aún más popular? Quién sabe. Hay algunos que cierran hoteles, supermercados o tiendas de ropa. Y no pasa nada, como son famosos...
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