sábado, enero 23, 2010
Cuestión de pelotas
Hasta el más pintado sabe que un periodista debe contrastar una información antes de ser publicada o transmitida al gran público. Esta norma del decálogo del periodista no siempre se cumple por factores o motivos en los que tampoco voy a entrar ahora, pero muchos, eso sí es verdad, se afanan al máximo, poniendo hasta en peligro su seguridad, por corroborar las informaciones que por el universo mediático se difunden. Universo mediático que, si hablamos de Beckham, está plagado de informaciones o, mas bien, rumores sin confirmar.
Tras protagonizar una sonada campaña publicitaria para la marca Armani en la que el astro del balón lucía en paños menores y en actitudes más que provocadoras, las informaciones sobre el tamaño de su mienbro viril(hacía años que no empleaba este término) comenzaron a correr como la pólvora. Que si David estaba o no bien dotado, que si todo era producto del photoshop o la envidia... provocando que hasta su señora mujer, entre compra y compra, saliera al paso para decir, muy fina ella, que su marido la tenía como el tubo de escape de un camión.
Estas declaraciones parecen no haber convencido a una conocida reportera italiana de televisión que, aprovechando un acto público al que acudía el fubolista en su país, se atrevió a lo que muchos estaríamos encantandos de atrevernos. Guantes de fregar en manos, la reportera, ante la mirada atónita de los alli presentes, aprovecho un momento en el que David atendía las preguntas de los reporteros en la calle para agarrarle el bulto. Como lo oyen.
Las imágenes han dado la vuelta al mundo y lo mejor, más que el acto de la chica, es la cara que se le queda a David. Si hasta mí me ha dado pena del chico por tener que soportar la osadía de algunas en plena calle. Menos mal que Beckham va rodeado de gorilones guardaespaldas que se lo llevaron en el momento del acto. Pero la reportera no se dio por vencida y, como una posesa, se puso a gritar que el deportista no estaba tan bien dotado como aparenta en las fotos y que todo era producto del photoshop.
La pelota-as está-an ahora en nuestro tejado y de nosotros depende si creer a la pija de su mujer, a la loca de la reportera o quedarnos simplemente con sus fotos de Armani.
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