domingo, mayo 28, 2006

Los caños de la meca


Emulando la canción de El Barrio y en busca de las dunas de la Meca, nos marchamos a Los Caños a pasar el fin de semana El Torta y El Oreja(tú y yo lo sabemos). Era la primera vez que íbamos a esta playa, cuna del naturismo y el movimiento hippie. Bueno, miento, yo ya había estado de niño, pero casi no me acuerdo y por lo tanto no vale. Para mí era como la primera vez que pisaba esa zona. Primeras impresiones: la dejadez y el rollo independiente predominan en la única calle que estructura el paseo por Los Caños. Lo mismo te encuentras unas casas de impresión, pero en plan rollo paz y amor, que otras abandonadas y destartaladas. La gente: mucho hippie de rasta, ropa desarrapada y piercing y tatuajes por su cuerpo, muchos perros acompañando a los susodichos, pijos de rollo indie y otros, entre los que nos encontrábamos nosotros.
Las playas, una amplia gama de calas que van desde el faro a la zina natural de Las Cortinas, junto al parque natural de Las Breñas, lugar elegido por nosotros, y que ofrece un paisaje impresionante en el que el mar y la naturaleza van juntos de la mano.
Y como no podía ser de otra manera, el viento también ha tenido su protagonismo en esta parte de Cádiz, muy cercana al Estrecho en la que el levante tiene su cuna. Nunca imaginé que el viento pudise soplar de esa forma tan fuerte y agresiva, que logró quitarnos el sueño a las 3 de la mañana cuando al buen hombre le dio por soplar pero con todas sus ganas. Vamos,que ya creíamos que salíamos volando del Hostal de Los Pinos, donde nos alojamos para este fin de semana. Un sitio entrañable, junto al cámping de Los Caños, en el que puedes llegar a entablar relación con la dueña desde el primer momento que cruzas sus puertas.
El primer día la meteorología no acompañó durante la mañana: las nubes y el viento crearon un clima desapacible y poco dado a un día de playa. Nada más dejar nuestras cosas en el hostal, nos aventuramos a indagar por primera vez por Los Caños. Me habían recomendado la zona de Las Cortinas junto al parque natural de Barbate y hasta allí nos fuimos. La zona era inmejorable, pero sería por la tarde, con el acompañamiento del tiempo, cuando disfrutamnos a tope del paraje y del buen ambiente en una tarde de sábado para no olvidar y que se prolongó hasta que llegamos al hostal pasada las 9, tras dar un paseo por el parque natural...
Tras una desapacible noche de viento, la mañana del domingo amaneció espléndida y augurando un día de calor y levante. Tras desayunar y recoger todo, volvimos a Las Cortinas, donde poco a poco se fue llenando de gente. Los domingueros se hicieron de la playa en una jornada muy concurrida en la que predominaron las altas olas del mar.
Lo mejor de Los Caños, ese ambiente de libertad llevado en ocasiones a sitios extremos, en los que también tienen cabida la Desiré, Los Alajas, el Tarifa y compañía. Es decir, una playa para todos en la que lo que menos importa es quien eres y de donde vienes, sino el sentirte involucrado con el rollo liberal y hippie que nunca abandonará a Los Caños.
Por lo demás, muchas horas de sol, naturismo, paz, tramquilidad, erostismo, morbo, paseos entre pinos de estrangis en busca de y para ser encontrados, mar, unas vistas de impresión, placer,el gusto de estar allí y muchas ganas de volver...

2 comentarios:

la loca de la casa dijo...

pos fijate, con lo cerquita que estaba yo ya del naturismo, tras mi experiencia en cuesta maneli... resulta que me he dado cuenta de que gano mucho más en bikini que desnunda. Gano, primero que todo, en comodidad, pero también estéticamente... será que a la vejez me estoy volviendo coqueta
ahora, eso sí, me voy a aficionar como tú a descubrir nuevas playas y nuevos rincones para perderse, aunque sea con el levante!!
el viento nos viene muy bien a los locos

Anónimo dijo...

Sales muy guapo en la foto...y qué bonita parece la playa detrás. Yo estuve un día en Los Caños y me gusto también mucho, lo único es que hacía también una ventolera...y, sobre todo, que me habían dicho que había fuentes de agua natural y estaba muy entusiasmada con eso.Busqué y no encontré, así que pregunté y nadie parecía saber de lo que yo hablaba...a lo mejor exageré un poco en mis descripciones, supongo que a la gente se le debían representar algo así como las Catarátas del Niágara en la cabeza... Lo único que encontré fueron chorritos de agua saliendo de las rocas, muy práctico por otra parte. Si no, me gustó la mezcla de ambiente hippie y bonitas playas con naturaleza silvestre.