Hombres de España, esta tarde-noche, muy primaveral por cierto, les traigo una mala noticia. No todo va a ser bueno en la vida. Si tienen pensado viajar a Roma no se toquen las pelotas so pena de una multa de 200 euros.
No, especifico, no me refiero a la acepción de 'tocarse las pelotas' como no hacer ni el huevo, sino a la literal, la de tocarse tus atributos. Supuestamente, la Corte de Apelación de Italia ha emitido, como si de un edicto contra los malos tratos se tratase, lo digo porque esto si es un tema importante como para dedicarse a erradicarlo y no el hecho de perseguir a los hombres por rascarse las pelotas, una norma prohibiendo esta práctica entre la población masculina como una "ofensa penal"
Los magistrados supongo que no son hombres o no están acostumbrados, como en España, a que macho y polla sean una sola cosa, en la que la segunda cobra tal protagonismo que, en muchas ocasiones eclipsa y sustituye al primero en lo que se conoce como una 'polla andante'. Además, mucho no le ha debido picar a estos señores sus partes nobles para que emitan este edicto, ya que es ley de vida que aquello de allí abajo requiera en mas de una ocasión de un leve meneo o rascarlo de vez en cuando. Pues bien, los magistardos sostienen que rascarse ciertas partes del cuerpo es un "acto contrario al decoro y a la decencia".
Al parecer, por aquí se van a librar de que descargue toda mi ira sobre ellos como tenía previsto, el gesto en Italia tiene una connotación más supersticiosa que sexual, puesto que es un símbolo de buena suerte que equivale al"tocar madera" español.
Sea como fuere, me parece una somera tontería. Hay muchos temas, como ya dije antes, que requieren de mas mano dura (violencia, terrorismo, vandalismo o drogas) que el hecho de que un hombre tenga una necesidad fisiológica tan lícita como rascarse la cabeza o una pierna. El mal del picor
viernes, febrero 29, 2008
sábado, febrero 23, 2008
Qué pasó con...
¡Qué nos gusta un remake, un mirar al pasado y recordar las cosas que nos gustaban y atraían de esa época!¿Se acuerdan de Sensasión de Vivir? ¡Dios, fue la serie de mi adolescencia! Brandon, Brendan, Dylan, Kelly, Donna, Steve y David. ¡Que recuerdos de Beverly 90210 la noche de los viernes en Tele 5! La verdad es que fue la serie del momento y la semilla o germen de todas las series que han ido surgiendo posteriormente cuya trama gira en torno a la vida de un instituto o high school, desde Al salir de clase y hasta Física o Química han mamado de la escuela de Sensasión de Vivir.
Todos queríamos ser como ellos, tener el tupé de Brandon o el encanto y el aire a lo James Dean de Dylan. Aunque en mi caso lo que soñaba era con estar con ellos, más que ser como ellos. Quitando a Steve, tanto rubio y piel pecosa me matan, del resto me quedo con todos. Bueno, Brandon también podía pasar de él. Mis favoritos eras Dylan o David, aunque confieso públicamente, que el que me daba más morbo era David, sobre todo cuando creció y dejó de ser el panoli del insti para ser todo un icono sexual.
También confieso, debe ser la lluvia y las ganas de estar sentado en la mesa camilla tomando algo, que me compraba el Super Pop y todos los coleccionables que sobre ellos ponían en el mercado. Recuerdo que coleccioné la vida de todos y cada uno de los personajes. Leche, me olvidé de la empollona de la clase, Andrea...
Y se estarán preguntando, con toda la razón, las cosas como son, ¿a qué viene tanta ñoñería a lo Cuentame? Porque Tori Spelling ha publicado una biografía en la que cuenta toda la verdad sobre el backstage de Sensasión de Vivir. A buenas horas, mangas verdes. Pues la chica se despacha a gusto con perlas como que Dilan la llamaba "su camello favorito", noo piensen mas, se refiere a las cejas de la chica; o que Brenda y Kelly no eran tan amigas como en la peli y que en más de una ocasión llegaron a darse tortazos limpios por la arrogancia de la hermana de Brandon. Y lo más cuore rosa total es que su relación con David traspasó los límites de la ficción y se convirtió en toda una historia de amor tras las cámaras...
Que los mitómanos están de enhorabuena aunque tendrán que esperar a que se edite el libro en España, si es que llega para conocer de primera mano todos los secretos de una de las grandes series de adolescentes que ha dado américa. Mientras tanto debemos conformarnos con las tramas e intrigas de los chicos y chicas de Física y Química.
Todos queríamos ser como ellos, tener el tupé de Brandon o el encanto y el aire a lo James Dean de Dylan. Aunque en mi caso lo que soñaba era con estar con ellos, más que ser como ellos. Quitando a Steve, tanto rubio y piel pecosa me matan, del resto me quedo con todos. Bueno, Brandon también podía pasar de él. Mis favoritos eras Dylan o David, aunque confieso públicamente, que el que me daba más morbo era David, sobre todo cuando creció y dejó de ser el panoli del insti para ser todo un icono sexual.
También confieso, debe ser la lluvia y las ganas de estar sentado en la mesa camilla tomando algo, que me compraba el Super Pop y todos los coleccionables que sobre ellos ponían en el mercado. Recuerdo que coleccioné la vida de todos y cada uno de los personajes. Leche, me olvidé de la empollona de la clase, Andrea...
Y se estarán preguntando, con toda la razón, las cosas como son, ¿a qué viene tanta ñoñería a lo Cuentame? Porque Tori Spelling ha publicado una biografía en la que cuenta toda la verdad sobre el backstage de Sensasión de Vivir. A buenas horas, mangas verdes. Pues la chica se despacha a gusto con perlas como que Dilan la llamaba "su camello favorito", noo piensen mas, se refiere a las cejas de la chica; o que Brenda y Kelly no eran tan amigas como en la peli y que en más de una ocasión llegaron a darse tortazos limpios por la arrogancia de la hermana de Brandon. Y lo más cuore rosa total es que su relación con David traspasó los límites de la ficción y se convirtió en toda una historia de amor tras las cámaras...
Que los mitómanos están de enhorabuena aunque tendrán que esperar a que se edite el libro en España, si es que llega para conocer de primera mano todos los secretos de una de las grandes series de adolescentes que ha dado américa. Mientras tanto debemos conformarnos con las tramas e intrigas de los chicos y chicas de Física y Química.
jueves, febrero 14, 2008
Me gusta o no me gusta
Ya pueden descansar tranquilos los que llevan varios meses insinuando sobre la doble sexualidad del futbolista merengue, Guti, casado con la estrambótica Arancha de Benito, pero del que corren rios de tinta sobre su supuesta, presunta homosexualidad. ¡Lenguas de vecindona!
La revista Cuore vuelve a destapar la caja de los truenos publicando unas instantáneas en la que aparece Guti dándole un pico, un beso en los morros, a otro chico. Al parecer la pareja de amigos estuvo cenando y disfrutando de la velada en un bar de tapeos y cuando se despidieron lo hicieron de una forma que la revista define como "cariñosa" Punto y pelota. A partir de aquí todos son elucubraciones, intentos de regatear un balón que está en territorio del propio futbolista y bajo su poder y control.
Elucubremos. Hoy en día los tíos son muy liberales y muchos despiden o saludan a sus amistades con un casto piquito en los labios. ¿No cuela, no? O puede que al muchacho le guste jugar en los dos equipos y esto sólo sea un botón del traje que Guti lleva mucho tiempo tejiendo en su intimidad. De ser así, estas instantáneas habrán resultado una putada para un matrimonio que hace más aguas que las góndolas venecianas y para un chico, que ya tiene su edad a pesar de la cara de niño, que, no lo olvidemos, trabaja en un ambiente tan hostil a estos temas, un ambiente muy machista como es el del fútbol y sus racionales aficionados, que estoy casi seguro van a hacer sangre de esta noticia. Esto es un claro ejemplo de que vivimos en una sociedad que no es tan liberal como se pinta, ya que unas imágenes como estas no deberían levantar tanto revuelo, a excepción de los corrillos de vecindonas en torno a una taza de café con pastitas.
Dos tíos dándose un piquito, pos muy bien. La comunidad gay lo debe de estar flipando, es como si Beckham, Guti es su carcamonía a lo español, lo pillasen dándose un morreo con otro tío. ¡Cuántos sueños húmedos hechos realidad! Pero nada más y a otra cosa mariposa...
miércoles, febrero 13, 2008
Todo sea contra el racismo y las desigualdades
Ahora que estamos en plena semana de la moda madrileña con los desfiles en Cibeles, la firma Tommy Hilfiger ha lanzado su nueva colección de ropa interior para hombre. Aprovechando el filón pelotero también ha tirado de un toca pelotas, llámese futbolista, como imagen para su campaña. Ya lo han hecho Beckham y el sueco Ljungberg, uno para Armani y el otro para Calvin Kleim, mientras que Tommy ha optado por el look afroamericano del culé, del Barca, Thierry Henry.
Lo que han pretendido trasmitir con las fotografías de Henry luciendo en paños menores, muy bien lucidos, por cierto, sin tantan exuberancias, es su elegancia natural. Y la verdad es que lo han conseguido, porque mirando las instantáneas que competirán con el rubio metrosexual en las marquesinas, el chico luce una elegancia y una naturalidad que para sí las quisieran las fotos de Beckham. Y siguiendo con las comparaciones, aunque dicen que son odiosas, Thiery también parece almacenar un buen tubo de escape en los boxer, gris ejecutivo, de Tommy Hilfiger. A no ser que para la sesión de fotos el chico guardara en el mandao el móvil y las llaves del coche para estar más liberado. Hoy en día no se puede fiar uno de nadie y nada mejor que llevarlo todo encima.
Bromas apartes, lo mejor de todo esto, lo que le da más valor a este futbolista azulgrana, en una época de contratos millonarios y cláusulas de infarto, es que este joven que luce tan simpático y espontáneo ha decidido donar los beneficios de las ventas de la colección a la iniciativa benéfica The One 4 All Foundation dedicada a luchar contra el racismo y la desigualdad de las clases menos favorecidas. Así no se desnuda cualquiera y por eso merece una mesa camilla.
Lo que han pretendido trasmitir con las fotografías de Henry luciendo en paños menores, muy bien lucidos, por cierto, sin tantan exuberancias, es su elegancia natural. Y la verdad es que lo han conseguido, porque mirando las instantáneas que competirán con el rubio metrosexual en las marquesinas, el chico luce una elegancia y una naturalidad que para sí las quisieran las fotos de Beckham. Y siguiendo con las comparaciones, aunque dicen que son odiosas, Thiery también parece almacenar un buen tubo de escape en los boxer, gris ejecutivo, de Tommy Hilfiger. A no ser que para la sesión de fotos el chico guardara en el mandao el móvil y las llaves del coche para estar más liberado. Hoy en día no se puede fiar uno de nadie y nada mejor que llevarlo todo encima.
Bromas apartes, lo mejor de todo esto, lo que le da más valor a este futbolista azulgrana, en una época de contratos millonarios y cláusulas de infarto, es que este joven que luce tan simpático y espontáneo ha decidido donar los beneficios de las ventas de la colección a la iniciativa benéfica The One 4 All Foundation dedicada a luchar contra el racismo y la desigualdad de las clases menos favorecidas. Así no se desnuda cualquiera y por eso merece una mesa camilla.
martes, febrero 12, 2008
Teatro en casa
Cine en casa (y IV)
Si Fassbinder levantara la cabeza se quedaría tranquilo con ver, al menos, llevada al cine, gracias al trabajo de Francois Ozon, su obra Gotas de agua sobre piedras calientes, una pieza teatral del original creador alemán que nunca vio la luz de los focos del teatro. Ahora, bueno en el año 1999, se estrenó en cine esta adaptación, que es tan fiel a la pieza original, que su visionado resulta como ver una obra de teatro pero en la pantalla de la televisión. Está estructurada en actos, cuatro concretamente, y tiene una presentación, nudo y desenlace. Además, los hechos ocurren en un sólo escenario, la casa de Leopold, y con una estructuración teatral de la trama en la que los diálogos son los protagonistas de los 80 minutos de película. Interesante, cuanto menos.
La historia se ambienta en la Alemania de los años 60, Leo, un caballero maduro y experimentado, conoce a Franz en la calle, un joven de 19 años e inexperto que no sabe por qué camino tomar: si carne o bacalao al pil pil. De la noche a la mañana se inicia una estable relación entre ambos hombres que con el paso de los meses pone en evidencia el oxidado mecanismo de la cotidianidad repetida que termina como el rosario de la aurora o en una relación en la que hay sometedor y sometido (quizás como una crítica a la sociedad?).
El tangay o la sal de la comida la ponen la entrada en escena de dos ex novias de los amantes, muy peculiares cada una, en su estilo, que serán testigos de excepción de un final inesperado y sorprendente comjo moraleja a una historia que podría definirse como: "lo que mal empieza, mal acaba". Cuando uno juega con el deseo, y este en la película está muy presente, acaba quemándose. O dos son una pareja y cuatro una multitud.
Me quedo con el estilo de la peli, muy pop, tanto en el vestuario de sus actores como en los decorados. Los diálogos son brillantes y las interpretaciones muy buenas. Un canto a la libertad y al amor sin condiciones, así como a la idea de que para querer o convivir con una persona no hay que cambiarla o clonarlas a nosotros, sino adaptarnos los unos a los otros.
Si Fassbinder levantara la cabeza se quedaría tranquilo con ver, al menos, llevada al cine, gracias al trabajo de Francois Ozon, su obra Gotas de agua sobre piedras calientes, una pieza teatral del original creador alemán que nunca vio la luz de los focos del teatro. Ahora, bueno en el año 1999, se estrenó en cine esta adaptación, que es tan fiel a la pieza original, que su visionado resulta como ver una obra de teatro pero en la pantalla de la televisión. Está estructurada en actos, cuatro concretamente, y tiene una presentación, nudo y desenlace. Además, los hechos ocurren en un sólo escenario, la casa de Leopold, y con una estructuración teatral de la trama en la que los diálogos son los protagonistas de los 80 minutos de película. Interesante, cuanto menos.
La historia se ambienta en la Alemania de los años 60, Leo, un caballero maduro y experimentado, conoce a Franz en la calle, un joven de 19 años e inexperto que no sabe por qué camino tomar: si carne o bacalao al pil pil. De la noche a la mañana se inicia una estable relación entre ambos hombres que con el paso de los meses pone en evidencia el oxidado mecanismo de la cotidianidad repetida que termina como el rosario de la aurora o en una relación en la que hay sometedor y sometido (quizás como una crítica a la sociedad?).
El tangay o la sal de la comida la ponen la entrada en escena de dos ex novias de los amantes, muy peculiares cada una, en su estilo, que serán testigos de excepción de un final inesperado y sorprendente comjo moraleja a una historia que podría definirse como: "lo que mal empieza, mal acaba". Cuando uno juega con el deseo, y este en la película está muy presente, acaba quemándose. O dos son una pareja y cuatro una multitud.
Me quedo con el estilo de la peli, muy pop, tanto en el vestuario de sus actores como en los decorados. Los diálogos son brillantes y las interpretaciones muy buenas. Un canto a la libertad y al amor sin condiciones, así como a la idea de que para querer o convivir con una persona no hay que cambiarla o clonarlas a nosotros, sino adaptarnos los unos a los otros.
sábado, febrero 09, 2008
Vida versus muerte
Cine en casa (y III)
Admito que no tenía ni zorra idea de que podía existir esta película. Soy aficionado al cine de temática homo, pero El Masajista, o como reza su título original, The Masseur, una peli filipina del año 2005, no estaba entre mi videoteca gaypride obligatoria. Pero nunca es tarde si la dicha es buena y creo que en este caso es positiva. Gracias a un regalo de cumple y a un refriado que me ha permitido ver en una semana más cine en casa que en un mes, disfruté ayer de una película muy visual, porque de trama anda escasa.
"Ilíaco es un chico de 20 años masajista en una sauna de clientela gay. Al morir su padre, Ilíaco emprende un viaje a su lugar de origen, enfrentándose al dolor pero sobre todo a las preguntas sobre el amor, la vida y la supervivencia".
Esto es lo que dice la sinopsis de la película, pero lo que yo vi fue otra cosa: un duelo entre la vida y la muerte a través de unas escenas bellísimas tanto por una como por la otra parte. Durante la hora y cuarto que dura, no es muy larga ni pesada de ver, la trama transcurre en la sucesión, en una mezcla, de planos del velatorio del padre de Iliaco y de su trabajo en una casa de masajistas para clientela gay. No sé cuál de las dos vertientes es mejor. Porque las de la muerte, incluida la minuciosa recreación del amortajamiento del difunto(fusionada con uno de los masajes de su hijo a uno de sus clientes en una sucesión escalofriante entre los placeres de la vida y la frialdad de la muerte) y el velatorio, así como el entierro, junto a un campo de baloncesto en el que sigue la vida mientras se está dando sepultura a un cuerpo inerte, es genial. Pero tampoco se quedan atrás los planos, la mayoría cenitales, de las cabinas de masajes, en las que los chicos se afanan con sus cremas, sus manos y todo su cuerpo en complacer a los clientes, además de entablar conversaciones y satisfacer su curiosidad en unas escenas muy simples pero llenas de contenido. Porque, sabían que los masajistas no son como las putas "porque no nos arrastramos por la calle en busca de clientes, nos preparamos para esto y son los clientes los que nos buscan"; o que además de dar masajes, pueden masturbar, hacer mamadas y hasta un griego, pero nada de besos, "eso lo reservamos para nuestras novias".
En fin, a pesar de la escases de recursos, rozando casi el cine amateur o casero, la belleza de sus escenas, su erotismo, que no pornografía y el realismo visual la hacen digna de ser contemplada. Pero eso sí, olvídense de argumento y de una peli con principio y fin.
Admito que no tenía ni zorra idea de que podía existir esta película. Soy aficionado al cine de temática homo, pero El Masajista, o como reza su título original, The Masseur, una peli filipina del año 2005, no estaba entre mi videoteca gaypride obligatoria. Pero nunca es tarde si la dicha es buena y creo que en este caso es positiva. Gracias a un regalo de cumple y a un refriado que me ha permitido ver en una semana más cine en casa que en un mes, disfruté ayer de una película muy visual, porque de trama anda escasa.
"Ilíaco es un chico de 20 años masajista en una sauna de clientela gay. Al morir su padre, Ilíaco emprende un viaje a su lugar de origen, enfrentándose al dolor pero sobre todo a las preguntas sobre el amor, la vida y la supervivencia".
Esto es lo que dice la sinopsis de la película, pero lo que yo vi fue otra cosa: un duelo entre la vida y la muerte a través de unas escenas bellísimas tanto por una como por la otra parte. Durante la hora y cuarto que dura, no es muy larga ni pesada de ver, la trama transcurre en la sucesión, en una mezcla, de planos del velatorio del padre de Iliaco y de su trabajo en una casa de masajistas para clientela gay. No sé cuál de las dos vertientes es mejor. Porque las de la muerte, incluida la minuciosa recreación del amortajamiento del difunto(fusionada con uno de los masajes de su hijo a uno de sus clientes en una sucesión escalofriante entre los placeres de la vida y la frialdad de la muerte) y el velatorio, así como el entierro, junto a un campo de baloncesto en el que sigue la vida mientras se está dando sepultura a un cuerpo inerte, es genial. Pero tampoco se quedan atrás los planos, la mayoría cenitales, de las cabinas de masajes, en las que los chicos se afanan con sus cremas, sus manos y todo su cuerpo en complacer a los clientes, además de entablar conversaciones y satisfacer su curiosidad en unas escenas muy simples pero llenas de contenido. Porque, sabían que los masajistas no son como las putas "porque no nos arrastramos por la calle en busca de clientes, nos preparamos para esto y son los clientes los que nos buscan"; o que además de dar masajes, pueden masturbar, hacer mamadas y hasta un griego, pero nada de besos, "eso lo reservamos para nuestras novias".
En fin, a pesar de la escases de recursos, rozando casi el cine amateur o casero, la belleza de sus escenas, su erotismo, que no pornografía y el realismo visual la hacen digna de ser contemplada. Pero eso sí, olvídense de argumento y de una peli con principio y fin.
viernes, febrero 08, 2008
Un terrón de azúcar
Vale, este post puede tener su poquito de rencor. Lo asumo y reconozco. Por un día dejo aparcada mi vena de crítico de cine para hablar de hombres. Pero no de toda la especie masculina, sino del hombre gay, vamos cerrando el círculo, el hombre gay entre los gays de todo el mundo, Mr Gay Internacional 2008.
El afortunado, entre comillas dobles o simple, según quieran dotar a la expresión de ironía o declaración textual, se llama Carlos Melia, tiene 33 añitos y es argentino, por lo que si lo escuchara hablar seguro que me conquistaría, ya que por su físico me ha dejado indiferente y muy cabreado. Seguro que esta pregunta se la habrán hecho muchas veces, pero esta ocasión es una buena oportunidad para reincidirr en ella: ¿Qué tiene este argentinito lindo para ser el gay oficial del mundo entero? A mí que me lo expliquen.
No vamos a negar, sería de zorra celosa y envidiosa, que el muchacho lo vale, que tiene cuerpo, fibra, músculo, y... ¿y? Porque ya me dirán donde va con esa carita el pobrecico mío. Si parece sacado del reparto de ultracongelados de los pequeños comercios de mi barrio. Con todos mis sinceros respetos a estos señores repartidores que algunos derriten la mercancía y hubiesen merecido quizás el premio.
Pero como yo soy un grano de arena entre la gran playa de millones de granos de arena del mundo gay no voy a cambiar nada mostrando mi desacuerdo. Además, estoy malito y no me apetece debatir mucho. Me alegro por él y, que conste, (y esto que no se entere mi maridito) no le haría asquitos si apareciese con esa toalla en la sauna de mi gimnasio. Era por poner la puntillita, que ya saben, queridas amigas y amigos, que me encanta, como echar un terrón de azucar al café.
El afortunado, entre comillas dobles o simple, según quieran dotar a la expresión de ironía o declaración textual, se llama Carlos Melia, tiene 33 añitos y es argentino, por lo que si lo escuchara hablar seguro que me conquistaría, ya que por su físico me ha dejado indiferente y muy cabreado. Seguro que esta pregunta se la habrán hecho muchas veces, pero esta ocasión es una buena oportunidad para reincidirr en ella: ¿Qué tiene este argentinito lindo para ser el gay oficial del mundo entero? A mí que me lo expliquen.
No vamos a negar, sería de zorra celosa y envidiosa, que el muchacho lo vale, que tiene cuerpo, fibra, músculo, y... ¿y? Porque ya me dirán donde va con esa carita el pobrecico mío. Si parece sacado del reparto de ultracongelados de los pequeños comercios de mi barrio. Con todos mis sinceros respetos a estos señores repartidores que algunos derriten la mercancía y hubiesen merecido quizás el premio.
Pero como yo soy un grano de arena entre la gran playa de millones de granos de arena del mundo gay no voy a cambiar nada mostrando mi desacuerdo. Además, estoy malito y no me apetece debatir mucho. Me alegro por él y, que conste, (y esto que no se entere mi maridito) no le haría asquitos si apareciese con esa toalla en la sauna de mi gimnasio. Era por poner la puntillita, que ya saben, queridas amigas y amigos, que me encanta, como echar un terrón de azucar al café.
jueves, febrero 07, 2008
Las distancias mejor cortas
Cine en casa (y II)
Antes que nada una puntualización: No tenía ni idea de que el cuerpo pudiera llegar a albergar tal cantidad de músculos y tan bien puestos como los que luce en esta peli Miguel Ángel Silvestre, en el que fue su gran estreno como protagonista en un largometraje. Sobresaliente los desnudos que el director, Iñaki Dorronsoro, regala gratuitamente (bueno, previo pago de la entrada de cine, en su momento, y ahora con la compra del DVD). Bien por delante, de perfil, por detrás, con slip y sin slip, duchándose y fornicando...
Y otra de índole temática. El hecho de que el boxee no es esencial para la trama (en esa época, tras el éxito de la oscarizada Millon Dollar Baby, en España les dio por hacer pelis de boxeadores como A golpes, Segundo Asalto o esta que nos ocupa). Quiero decir, que no va de un tío que boxea, que eso es complementario pero viste muy bien para la trama que desarrolla la película.
En fin, puntualizaciones necesarias aparte... La Distancia es un thriller puro y duro, al más puro estilo de cine negro, que cuenta la vida de Daniel, un boxeador que ha estado a punto de alcanzar un título nacional y que por motivos de arriesgar poco y de apostar por un boxeo en la distancia no lo ha logrado. De la noche a la mañana, esto no se aclara mucho en la peli, craso error, se ve involucrado en un asesinato que lo lleva a la cárcel. Allí, un buen día, conoce a Guillermo, un poli que le propone el trato de su vida. ¿Qué harían ustedes si te hacen optar por salir a la calle en tres días, claro está, si antes realizar un trabajo sucio y matas a uno de los reclusos del módulo, o pasar diez años más entre barrotes, porque te amenazan con llevar a la policía una prueba que te incriminaría en un crimen hasta la fecha sin pruebas? Supongo que habrán entendido con que opción se quedó Daniel.
Desde este momento cambia de un plumazo su vida, vinculada a la de Guillermo y sus chantajes, y a una guapa prostituta, mujer del preso asesinado en la cárcel, de la que se enamorará Daniel (¡ maravillosas las escenas de amor y sexo entre la pareja!). A partir de aquí, Dani comienza a acortar distancias tanto en la faceta profesional, donde volverá a triunfar en el boxeo, como en la personal, implicándose en una historia que le quedará grande, ya que sin saberlo, se encuentra en medio, como cabeza de turco, entre los polis malos, con Guille a la cabeza, que comienza a sentir algo "especial" por el chico y se convertirá inconscientemente en su protector, y los polis "buenos", que también le proponen el oro y el moro a cambio de su colaboración en un caso importante de narcotráfico, en el que está implicada la panda de Guillermo, para no volver a la cárcel.
La peli logra mantener la intriga hasta el final con una dirección de fotografía espectacular en la que predominan los claro-oscuros, los tonos lúgubres y la oscuridad (propios del mundo del boxeo, que no sé por qué pero siempre ha sido un mundo de tipos duros y lúgubres, y de la delincuencia organizada), con unos combates muy reales para los que no se utilizaron ni extras ni leche. Es decir que Silvestre se enfrentó a cara descubierta a más de un mamporrazo, que necesitó en más de una ocasión de la labor del fisioterapeuta.
Y otra de índole temática. El hecho de que el boxee no es esencial para la trama (en esa época, tras el éxito de la oscarizada Millon Dollar Baby, en España les dio por hacer pelis de boxeadores como A golpes, Segundo Asalto o esta que nos ocupa). Quiero decir, que no va de un tío que boxea, que eso es complementario pero viste muy bien para la trama que desarrolla la película.
En fin, puntualizaciones necesarias aparte... La Distancia es un thriller puro y duro, al más puro estilo de cine negro, que cuenta la vida de Daniel, un boxeador que ha estado a punto de alcanzar un título nacional y que por motivos de arriesgar poco y de apostar por un boxeo en la distancia no lo ha logrado. De la noche a la mañana, esto no se aclara mucho en la peli, craso error, se ve involucrado en un asesinato que lo lleva a la cárcel. Allí, un buen día, conoce a Guillermo, un poli que le propone el trato de su vida. ¿Qué harían ustedes si te hacen optar por salir a la calle en tres días, claro está, si antes realizar un trabajo sucio y matas a uno de los reclusos del módulo, o pasar diez años más entre barrotes, porque te amenazan con llevar a la policía una prueba que te incriminaría en un crimen hasta la fecha sin pruebas? Supongo que habrán entendido con que opción se quedó Daniel.
Desde este momento cambia de un plumazo su vida, vinculada a la de Guillermo y sus chantajes, y a una guapa prostituta, mujer del preso asesinado en la cárcel, de la que se enamorará Daniel (¡ maravillosas las escenas de amor y sexo entre la pareja!). A partir de aquí, Dani comienza a acortar distancias tanto en la faceta profesional, donde volverá a triunfar en el boxeo, como en la personal, implicándose en una historia que le quedará grande, ya que sin saberlo, se encuentra en medio, como cabeza de turco, entre los polis malos, con Guille a la cabeza, que comienza a sentir algo "especial" por el chico y se convertirá inconscientemente en su protector, y los polis "buenos", que también le proponen el oro y el moro a cambio de su colaboración en un caso importante de narcotráfico, en el que está implicada la panda de Guillermo, para no volver a la cárcel.
La peli logra mantener la intriga hasta el final con una dirección de fotografía espectacular en la que predominan los claro-oscuros, los tonos lúgubres y la oscuridad (propios del mundo del boxeo, que no sé por qué pero siempre ha sido un mundo de tipos duros y lúgubres, y de la delincuencia organizada), con unos combates muy reales para los que no se utilizaron ni extras ni leche. Es decir que Silvestre se enfrentó a cara descubierta a más de un mamporrazo, que necesitó en más de una ocasión de la labor del fisioterapeuta.
Resaltar, Miguel Ángel está muy bien físicamente. Después de ver la peli, con la fuerza que trasmite su cuerpo, no imaginas a otro en el papel; pero como actor tiene mucho que demostrar aún. Entre su personaje de Dani y el Conde de Sin tetas no hay paraíso no hay mucha diferencia interpretativa. Muy buena, por qué no decirlo, la actuación de José Coronado, como un poli amargado y navegando entre dos aguas, la de su labor corrupta y la de los sentimientos (hasta aquí puedo leer) ¿Por cuál se decantará? Y, sobre todo, sobresaliente para Dorronsoro que ha logrado llevar a escena a un personaje gay excento de estigmatizaciones tan típicas en estos casos.
Una película muy recomendable.
Una película muy recomendable.
martes, febrero 05, 2008
Arte o Educación Física
Anoche viví sorprendentemente una regresión al pasado con el estreno en Antena 3 de su nueva apuesta para los lunes (martes, miércoles, jueves o viernes, porque ya irán mareando la perdiz según les baile la audiencia) Física o Química, una serie focalizada en un instituto, ¿os suena de algo?, en la que su trama gira en torno a la vida de sus alumnos y profesores, así como a las relaciones entre ellos. Por un momento pensé que estaban reponiendo Compañeros, ¿se acuerdan de Quimi y Valle?, pero no, los tiempos cambian y se nota que la serie quiere adaptarse a las nuevas situaciones que podrían darse en un instituto de secundaria. O eso pretende, ya que, como no podría esperarse de un formato de ficción, en el que todo es inventado, se recrea un mundo que yo ni ninguna otra persona que haya pasado por un instituto ha vivido en la vida. Porque, ¿dónde estaban esos profes tan guapos, monos y super fantásticos, cuando yo iba a primero? Ojalá hubiese tenido un profe de gimnasia o de arte como los de Física o Química y otro gallo cantaría. A lo mejor ahora ni me dedicaba a esto de las noticias y era un brillante atleta, por lo de las medallas, o un refutado artista de la pintura. Todo por Jonhatan, el de EF, o Roque, el de arte. Y qué me dicen de los alumnos. Pero, ¿dónde están los gorditos, los feos o los que tienen gafas, que haberlos hailos? Si son todos monísimos y sacados de un casting. Además, lo digo ahora y lo dije con compañeros: nunca he vivido ni sentido ese buen rollito en plan colegueo que nos quieren hacer ver que hay entre un adolescente porculero y un profe que va de guay.
Por lo demás, si olvidas estos aspectos, superficialidades sin importancia, total que va a importar que una de las profesoras se haya acostado con uno de sus alumnos y luego se lo encuentre en clase (eso pasa todos los días), la serie puede entretener, sobre todo entre un público que se sienta identificado con las aventuras y desventuras de este grupo de chicos, aunque para empezar la temporada lo ha hecho fuertecito, con muertes varias incluídas... En fin, estaré atento, aunque no estoy en edad de elegir entre Física y Química (me quedo con arte y educación física, siempre fui de letras), y seguiré la serie. No hay nada más interesante en la televisión a esa hora...
Por lo demás, si olvidas estos aspectos, superficialidades sin importancia, total que va a importar que una de las profesoras se haya acostado con uno de sus alumnos y luego se lo encuentre en clase (eso pasa todos los días), la serie puede entretener, sobre todo entre un público que se sienta identificado con las aventuras y desventuras de este grupo de chicos, aunque para empezar la temporada lo ha hecho fuertecito, con muertes varias incluídas... En fin, estaré atento, aunque no estoy en edad de elegir entre Física y Química (me quedo con arte y educación física, siempre fui de letras), y seguiré la serie. No hay nada más interesante en la televisión a esa hora...
lunes, febrero 04, 2008
Goyas: aburrimiento
Una gala de los Goyas en la que no se ha visto la mayoría de películas que optaban por repartirse el pastel es más aburrida aún que una gala de los Goya... La gala de los Goya es aburrida. Ya lo decía Corbacho, que hace lo que puede, aunque en esta ocasión no haya estado tan fino como en la pasada: que no se puede hacer de una gala de entrega de premios una gala televisiva. La opción, para mi modesta opinión, pasa por emitir una sucesiva entrega de premios, sin gags ni nada que lo interrumpa, ya que en definitiva es para lo que lo vemos... Y nos ahorraríamos hora y media de estupideces.
Si tuviera que quedarme con algo de la noche, sin lugar a la duda, sería el momento Maribel Verdú y esa cara de "¿Me he enterado bien? ¿Ha dicho mi nombre o se ha confundido y se refería a Belén Rueda?" cuando subió a recoger su Goya como mejor actriz. Fue la gran sorpresa de la noche, porque todos teníamos los ojos puestos en El Orfanato y no fue para tanto. Si Verdú fue el momento sorpresa, el de alegría, porque se lo merece, fue cuando nombraro a Manuela Velasco (que vaya pintas que me llevaba) como mejor actriz revelación por Rec. La pobre, con lo mal que lo pasó en la peli era muy merecido. Con tal de que no subiera al escenario Gala Évora, la Lola, se lo hubiera dado a Maria Isabel.
Momentos anecdóticos, creo recordar, entre cabezada y cabezada, estaba muerto de sueño, la íncomoda situación de Elsa Pataky, monísima, aguantando el tipo, mientras el mejor actor de reparto, uno de Las 13 rosas, le pisaba la super mega cola de su super mega traje y no la dejaba moverse. Ella sonrió, posó como una estrella y quedó la mar de elegante. O que me dicen de la finura de los cámaras de la gala que cada vez que querían enfocar a J.Bayona, el dire de El Orfanato, se centraban en su hermano, idéntico y sentado a su lado. Hasta tal punto llegó la metedura de pata que en el momento en el que las cámaras debían de enfocar a los cuatro o cinco nominados por la mejor dirección novel, J. Bayona tuvo que cambiarle la butaca a su hermano para salir en plano. En fin... Memorable, el berrinche de Landa, genio y figura, que parecía que tenía la lengua de trapo y que no quería irse sin intentar articular más de dos palabras con claridad, aunque la comitiva familiar y profesional que lo acompañaba(José Sacristán, entre ellos) se afanaban por llevárselo. No lo logró, me refiero a articular una frase con sentido.
Y no me hagan hablar de los modelitos, tanto masculinos como femeninos, porque... Blanca Portillo, muy mona de cara, pero esas rayas carceleras, para mi gusto muy horteras. Verdú, guapísima, aunque los años no pasen en balde y la cirugía haga estragos, el vestido parecía, sobre todo por detras, una amalgama de bolsas de basura entrelazadas. Y lo llamarán alta costura. O que me dicen del modelito de Najwa Inri o el de Manuela Velasco. Guapísima Belén Rueda, aunque tan borde como últimamente y Elsa Pataky, Goya Toledo y Silvia Abascal, espectaculares.
domingo, febrero 03, 2008
Un clavel español
Cine en casa (y I)
Quiero aprovecha los ratos libres de ocio que me quedan(¡qué dura es la vida del periodista!) para ir liquidando poco a poco todo el cine en DVD que los Reyes Magos, mi cumple y la colección de un periódico han ido acumulando en mi casa.
El sábado empecé con la que he dado a llamar la serie Cine en Casa con una cinta del año 2005, dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón, Una rosa de Francia. Reconozco y asumo, podéis tildarme de lo que queráis, que esta película llamó mi interés y posteriormente llegó a mis manos por el desnudo integral que el que por entonces era novio de la triunfita Chenoa, Álex González, regala a sus espectadores; como los pollos, por delante y por detrás.
Ahora, la verdad, no me arrepiento de haberla visionado. Además de que es una peli liviana, apenas hora y media, algo que se agradece sobre todo en una época dada a las películas largas e infumables, Gutiérrez Aragón logra con una fotografía, para mi gusto, fascinante, recrear una Cuba atemporal, aunque podamos hablar de la década de los 50. Picassiana las escenas en las que las niñas de Madame se dedican a su aseo público sentadas sobre unos videles, colocados en forma de media luna, dando las nalgas a la cámara mientras entonan canciones francesas.
La película narra la historia de Simón (Jorge Perugorría), un marinero, frío y falso donde los haya, que se dedica al tráfico de personas, llevando en su barco a inmigrantes cubanos hasta Nueva York. En una de estas travesías conoce a Andrés (álex González), un joven emigrante español que quiere triunfar en la vida y seguir el ejemplo de Bruno. Este lo lleva a la mansión de Madame y sus niñas, un grupo de jovencitas formadas para convertirse en señoritas de compañía de señores acaudalados. Allí conoce a Marie, la joven más bella de la casa y la protegida de Simón, de la que Andrés se enamora... Y hasta aquí se puede leer.
En definitiva una peli bonita de ver, con una recreación de Cuba fantástica, y una interpretación por parte de Perugorría y González pasables, demostrando el primero que sigue siendo un latin cubano y el segundo tan sólo un clavel español, de buena apariencia pero poca interpretación.
El sábado empecé con la que he dado a llamar la serie Cine en Casa con una cinta del año 2005, dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón, Una rosa de Francia. Reconozco y asumo, podéis tildarme de lo que queráis, que esta película llamó mi interés y posteriormente llegó a mis manos por el desnudo integral que el que por entonces era novio de la triunfita Chenoa, Álex González, regala a sus espectadores; como los pollos, por delante y por detrás.
Ahora, la verdad, no me arrepiento de haberla visionado. Además de que es una peli liviana, apenas hora y media, algo que se agradece sobre todo en una época dada a las películas largas e infumables, Gutiérrez Aragón logra con una fotografía, para mi gusto, fascinante, recrear una Cuba atemporal, aunque podamos hablar de la década de los 50. Picassiana las escenas en las que las niñas de Madame se dedican a su aseo público sentadas sobre unos videles, colocados en forma de media luna, dando las nalgas a la cámara mientras entonan canciones francesas.
La película narra la historia de Simón (Jorge Perugorría), un marinero, frío y falso donde los haya, que se dedica al tráfico de personas, llevando en su barco a inmigrantes cubanos hasta Nueva York. En una de estas travesías conoce a Andrés (álex González), un joven emigrante español que quiere triunfar en la vida y seguir el ejemplo de Bruno. Este lo lleva a la mansión de Madame y sus niñas, un grupo de jovencitas formadas para convertirse en señoritas de compañía de señores acaudalados. Allí conoce a Marie, la joven más bella de la casa y la protegida de Simón, de la que Andrés se enamora... Y hasta aquí se puede leer.
En definitiva una peli bonita de ver, con una recreación de Cuba fantástica, y una interpretación por parte de Perugorría y González pasables, demostrando el primero que sigue siendo un latin cubano y el segundo tan sólo un clavel español, de buena apariencia pero poca interpretación.
sábado, febrero 02, 2008
Un libro muy elemental
Reconozco que este libro me ha dejado algo desconcertado y por qué no decirlo, indiferente, sobre todo su final. Me refiero a Las partículas elementales, de Michael Houellebecq, el último libro que ha pasado por mis manos gracias a los Reyes Magos. Me encantó Plataforma, otro de los grandes éxitos de este afamado ensayista francés, o al menos eso dicen en las reseñas, y sobre todo su obsesión por la obsesión sexual, valga la redundancia, que suelen presentar sus personajes.
En las partículas se repite esa fórmula. Michael narra la historia de dos hermanastros, Michael y Bruno, hijos de una misma madre, que decidió ponerse el mundo por montera y dejarlo todo por abandonarse a la vida loca y hippie. Quizás esto marca la vida de estos dos niños, muy dispares, por cierto, pero quizás con un denominador común: las pasiones más elementales. Mienras que uno vuelca su existencia en la investigación ciéntifa(aspectos que se me escapaban durante la lectura de la obras por sus tecnicismos innecesarios) el otro, mi favorito, lleva una vida guiada por los deseos sexuales no correspondidos en un mundo marcado por las etiquetas y la superfecialidad. Su apariencia rechoncha y poco agradable le impiden desarrollar esos deseos si no son previo pago o en liberales comunidades donde el sexo marca las líneas maestras.
La verdad es que sales saciados de coños, pollas, tetas, felaciones, penetraciones y demás prácticas sexuales, pero por lo demás el libro tiene poco que aportar, supongo que lo mismo que la especie humana que Houellebecq intenta recrear en esta obra. Unos hombres y mujeres agotados y que sólo viven por y para que le satisfagan sus deseos sexuales. Impresionante y con reminiscencias a su colega americano, el también escritos Bret Easton Ellis (que tan bien recreó las generaciones perdidas), el relato sobre una comunidad hippie acusada de canabalismo. Quizás lo único y que más me ha impresionado de un libro que se lee rápido, estimula en su lectura, sobre todo en los muchos momentos cargados de erotismo, pero que no te conduce a nada...
En las partículas se repite esa fórmula. Michael narra la historia de dos hermanastros, Michael y Bruno, hijos de una misma madre, que decidió ponerse el mundo por montera y dejarlo todo por abandonarse a la vida loca y hippie. Quizás esto marca la vida de estos dos niños, muy dispares, por cierto, pero quizás con un denominador común: las pasiones más elementales. Mienras que uno vuelca su existencia en la investigación ciéntifa(aspectos que se me escapaban durante la lectura de la obras por sus tecnicismos innecesarios) el otro, mi favorito, lleva una vida guiada por los deseos sexuales no correspondidos en un mundo marcado por las etiquetas y la superfecialidad. Su apariencia rechoncha y poco agradable le impiden desarrollar esos deseos si no son previo pago o en liberales comunidades donde el sexo marca las líneas maestras.
La verdad es que sales saciados de coños, pollas, tetas, felaciones, penetraciones y demás prácticas sexuales, pero por lo demás el libro tiene poco que aportar, supongo que lo mismo que la especie humana que Houellebecq intenta recrear en esta obra. Unos hombres y mujeres agotados y que sólo viven por y para que le satisfagan sus deseos sexuales. Impresionante y con reminiscencias a su colega americano, el también escritos Bret Easton Ellis (que tan bien recreó las generaciones perdidas), el relato sobre una comunidad hippie acusada de canabalismo. Quizás lo único y que más me ha impresionado de un libro que se lee rápido, estimula en su lectura, sobre todo en los muchos momentos cargados de erotismo, pero que no te conduce a nada...
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