Cine en casa (y II)
Antes que nada una puntualización: No tenía ni idea de que el cuerpo pudiera llegar a albergar tal cantidad de músculos y tan bien puestos como los que luce en esta peli Miguel Ángel Silvestre, en el que fue su gran estreno como protagonista en un largometraje. Sobresaliente los desnudos que el director, Iñaki Dorronsoro, regala gratuitamente (bueno, previo pago de la entrada de cine, en su momento, y ahora con la compra del DVD). Bien por delante, de perfil, por detrás, con slip y sin slip, duchándose y fornicando...
Y otra de índole temática. El hecho de que el boxee no es esencial para la trama (en esa época, tras el éxito de la oscarizada Millon Dollar Baby, en España les dio por hacer pelis de boxeadores como A golpes, Segundo Asalto o esta que nos ocupa). Quiero decir, que no va de un tío que boxea, que eso es complementario pero viste muy bien para la trama que desarrolla la película.
En fin, puntualizaciones necesarias aparte... La Distancia es un thriller puro y duro, al más puro estilo de cine negro, que cuenta la vida de Daniel, un boxeador que ha estado a punto de alcanzar un título nacional y que por motivos de arriesgar poco y de apostar por un boxeo en la distancia no lo ha logrado. De la noche a la mañana, esto no se aclara mucho en la peli, craso error, se ve involucrado en un asesinato que lo lleva a la cárcel. Allí, un buen día, conoce a Guillermo, un poli que le propone el trato de su vida. ¿Qué harían ustedes si te hacen optar por salir a la calle en tres días, claro está, si antes realizar un trabajo sucio y matas a uno de los reclusos del módulo, o pasar diez años más entre barrotes, porque te amenazan con llevar a la policía una prueba que te incriminaría en un crimen hasta la fecha sin pruebas? Supongo que habrán entendido con que opción se quedó Daniel.
Desde este momento cambia de un plumazo su vida, vinculada a la de Guillermo y sus chantajes, y a una guapa prostituta, mujer del preso asesinado en la cárcel, de la que se enamorará Daniel (¡ maravillosas las escenas de amor y sexo entre la pareja!). A partir de aquí, Dani comienza a acortar distancias tanto en la faceta profesional, donde volverá a triunfar en el boxeo, como en la personal, implicándose en una historia que le quedará grande, ya que sin saberlo, se encuentra en medio, como cabeza de turco, entre los polis malos, con Guille a la cabeza, que comienza a sentir algo "especial" por el chico y se convertirá inconscientemente en su protector, y los polis "buenos", que también le proponen el oro y el moro a cambio de su colaboración en un caso importante de narcotráfico, en el que está implicada la panda de Guillermo, para no volver a la cárcel.
La peli logra mantener la intriga hasta el final con una dirección de fotografía espectacular en la que predominan los claro-oscuros, los tonos lúgubres y la oscuridad (propios del mundo del boxeo, que no sé por qué pero siempre ha sido un mundo de tipos duros y lúgubres, y de la delincuencia organizada), con unos combates muy reales para los que no se utilizaron ni extras ni leche. Es decir que Silvestre se enfrentó a cara descubierta a más de un mamporrazo, que necesitó en más de una ocasión de la labor del fisioterapeuta.
Y otra de índole temática. El hecho de que el boxee no es esencial para la trama (en esa época, tras el éxito de la oscarizada Millon Dollar Baby, en España les dio por hacer pelis de boxeadores como A golpes, Segundo Asalto o esta que nos ocupa). Quiero decir, que no va de un tío que boxea, que eso es complementario pero viste muy bien para la trama que desarrolla la película.
En fin, puntualizaciones necesarias aparte... La Distancia es un thriller puro y duro, al más puro estilo de cine negro, que cuenta la vida de Daniel, un boxeador que ha estado a punto de alcanzar un título nacional y que por motivos de arriesgar poco y de apostar por un boxeo en la distancia no lo ha logrado. De la noche a la mañana, esto no se aclara mucho en la peli, craso error, se ve involucrado en un asesinato que lo lleva a la cárcel. Allí, un buen día, conoce a Guillermo, un poli que le propone el trato de su vida. ¿Qué harían ustedes si te hacen optar por salir a la calle en tres días, claro está, si antes realizar un trabajo sucio y matas a uno de los reclusos del módulo, o pasar diez años más entre barrotes, porque te amenazan con llevar a la policía una prueba que te incriminaría en un crimen hasta la fecha sin pruebas? Supongo que habrán entendido con que opción se quedó Daniel.
Desde este momento cambia de un plumazo su vida, vinculada a la de Guillermo y sus chantajes, y a una guapa prostituta, mujer del preso asesinado en la cárcel, de la que se enamorará Daniel (¡ maravillosas las escenas de amor y sexo entre la pareja!). A partir de aquí, Dani comienza a acortar distancias tanto en la faceta profesional, donde volverá a triunfar en el boxeo, como en la personal, implicándose en una historia que le quedará grande, ya que sin saberlo, se encuentra en medio, como cabeza de turco, entre los polis malos, con Guille a la cabeza, que comienza a sentir algo "especial" por el chico y se convertirá inconscientemente en su protector, y los polis "buenos", que también le proponen el oro y el moro a cambio de su colaboración en un caso importante de narcotráfico, en el que está implicada la panda de Guillermo, para no volver a la cárcel.
La peli logra mantener la intriga hasta el final con una dirección de fotografía espectacular en la que predominan los claro-oscuros, los tonos lúgubres y la oscuridad (propios del mundo del boxeo, que no sé por qué pero siempre ha sido un mundo de tipos duros y lúgubres, y de la delincuencia organizada), con unos combates muy reales para los que no se utilizaron ni extras ni leche. Es decir que Silvestre se enfrentó a cara descubierta a más de un mamporrazo, que necesitó en más de una ocasión de la labor del fisioterapeuta.
Resaltar, Miguel Ángel está muy bien físicamente. Después de ver la peli, con la fuerza que trasmite su cuerpo, no imaginas a otro en el papel; pero como actor tiene mucho que demostrar aún. Entre su personaje de Dani y el Conde de Sin tetas no hay paraíso no hay mucha diferencia interpretativa. Muy buena, por qué no decirlo, la actuación de José Coronado, como un poli amargado y navegando entre dos aguas, la de su labor corrupta y la de los sentimientos (hasta aquí puedo leer) ¿Por cuál se decantará? Y, sobre todo, sobresaliente para Dorronsoro que ha logrado llevar a escena a un personaje gay excento de estigmatizaciones tan típicas en estos casos.
Una película muy recomendable.
Una película muy recomendable.
1 comentario:
Te leo, aunque no suelo escribir comentarios. Me llama la atención que no participes en toda esa multitud de blogs de 'cinéfilos' que aparecen por todos lados juzgando películas y actuaciones con una rotundidad tan poco justificada. A cambio de que no te 'integres', probablemente tienes menos lectores y seguramente tu blog es más interesante.
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