Mira, nenas, es que me teneis hasta la raja...

La diva por excelencia, la mujer que logró desatar a media comunidad gay, ha vuelto y lo ha hecho con más fuerza que nunca. Normal, si se ha llevado la petarda siete años contemplativo en esa supuesta cura de fama, amor y lujo de la que tanto alardea, como para no tener fuerzas. Mónica Naranjo ha editado Tarántula, su nuevo disco de estudio y ya lleva varios meses de promoción, de programa en programa (recordemos que ha sido la madrina de OT y el artista que más vece se ha subido a su escenario, algo inhóspito en ella), cara a la próxima gira que empieza en breve, a finales del mes de agosto en Tenerife.
Mónica recupera la estética Minage en todos sus aspectos, sobre todo, en el de la manera de cantar, con ese deje aguardientoso que en este nuevo trabajo derrocha a troche y moche, y sin reparos, sin pararse a pensar que en alguna ocasión ni se le entiende lo que dice. Por lo demás, la Naranjo ha dado un giro radical a su vida y ya no va de Chicas Malas, ese disco que supuso el mayor fracaso de su carrera, ni le canta al amor o el desamor. Mónica, en estos siete años, no en el Tibet, pero sí de meditación, ha descubierto la verdadera cara de la vida, ha visto la luz o, mejor dicho, las sombras del mundo, y viene dispuesta a cantarlas o, mejor, gritarlas a los cuatro viento. La pantera en libertad se ha colocado la vestimenta de la Canción Protesta, que debe ser gótica, porque su vestuario se ha tornado negro y muy barroco, y le canta a la vacuidad de la fama, a la corrupción del poder, a una vida llena de apariencias y mentiras... Con títulos como Europa, en el que habla de la decadencia, después de alcanzar la gloria; Todo es mentira, su propio título lo dice, o Amor y Lujo, el que se ha convertido en su nuevo single y uno de los mayores pelotazos del disco, después de la sorpresa inicial con Europa.
Mónica viene dispuesta a recuperar el trono que Chenoas o Sorayas le arrebataron durante su ausencia como musas del colectivo gay más petardo y castizo. Para ello, en el videoclip de Amor y Lujo, la Naranjo se rodea de travestis, gays y drags en un trabajo super friki, pero simpático, a la par que petardo, que ya se ha convertido en todo un éxito de descarga en su web oficial desde el lanzamiento. Yo, la verdad, que imaginaba otra visión del video de este tema. Bueno, dos, una profesional, al etilo Eyes Wide Shut, con máscaras, ambigüedad y elegancia, y otra más personal, trasladada a mis Dos Hermanas natal, a la barriada de Las Torres, con niñas gordas y con pelucas danzando por las calles. Pero nos quedamos con esta, que es igual de petarda, pero tiene mas glamour... Lo mejor y que, estoy seguro, se convertirá en la frase del verano en las zonas de movida gay es la frase que la diva pronuncia al inicio del video y tras contestar al teléfono: "Mira, nenas, me tenéis hasta la raja".