Las infidelidades de Beckham son de interés público

Estaba entre hablar contigo en la mesa camilla sobre el despido de Sor Internet en un convento de Toledo o de una sentencia sobre una supuesta infidelidad de David Beckham y ya sabes que a mi un famoseo me puede. Así que me quedo con lo segundo.
Pues bien, un juez estadounidenseha desestimado una demanda por difamación presentada por el futbolista inglés, más conocido por sus proezas como modelo, contra una revista americana a la que pedía 25 millones de dolares por publicar una información en la que afirmaba que David Beckham se había acostado con una prostituta.
Según Manuel Real, que es el nombre del magistrado, David es un personaje público y que las acusaciones de infidelidad en su contra son, por tanto, de interés público. Según Real no hay pruebas de que la revista que hizo la publicación, In touch Weekly, hubiese actuado con maldad al publicar esta historia del futbolista de Los Ángeles Galaxy, que él niega tajantemente.
Beckham ha declarado que nunca había tenido una cita con Irma Nici, la prostituta de Nueva York que cobra 10. 000 dólares por noche y con la que aseguraba que el futbolista había mantenido relaciones sexuales en Londres y en Nueva York.
Que este señor se haya acostado con esa señora, con respeto a la decisión del juez, no creo que sea un asunto de interés público. En todo caso es de interés público para su esposa, Victoria Bekham, y nadie mas. De interés público son los asuntos de Estado o de Gobierno y que afecten a toda la ciudadanía. Que Beckham eche una canita al aire, creo que no, aunque esté para echarle una y hasta dos, como los petit suise.
Ahora bien, si lo que este juez quiere decir es que el futbolista es un personaje público y que le saca partido a ello, por lo que, que se hable de sus intimidades no es tan íntimo ni privado, cuando él ya ha hecho de su intimidad un escaparate público, ahí puede que le de la razón. Además, de haber sido una resolución favorable, se hubiese embolsado 25 millones, casi nada. Lo que nos hace pensar que no sea una nueva treta del matrimonio para seguir haciendo campaña de su vida y embolsarse una buena cifra de dinero. Porque falta, la verdad, la verdad, no le hace.