lunes, febrero 04, 2008

Goyas: aburrimiento


Una gala de los Goyas en la que no se ha visto la mayoría de películas que optaban por repartirse el pastel es más aburrida aún que una gala de los Goya... La gala de los Goya es aburrida. Ya lo decía Corbacho, que hace lo que puede, aunque en esta ocasión no haya estado tan fino como en la pasada: que no se puede hacer de una gala de entrega de premios una gala televisiva. La opción, para mi modesta opinión, pasa por emitir una sucesiva entrega de premios, sin gags ni nada que lo interrumpa, ya que en definitiva es para lo que lo vemos... Y nos ahorraríamos hora y media de estupideces.
Si tuviera que quedarme con algo de la noche, sin lugar a la duda, sería el momento Maribel Verdú y esa cara de "¿Me he enterado bien? ¿Ha dicho mi nombre o se ha confundido y se refería a Belén Rueda?" cuando subió a recoger su Goya como mejor actriz. Fue la gran sorpresa de la noche, porque todos teníamos los ojos puestos en El Orfanato y no fue para tanto. Si Verdú fue el momento sorpresa, el de alegría, porque se lo merece, fue cuando nombraro a Manuela Velasco (que vaya pintas que me llevaba) como mejor actriz revelación por Rec. La pobre, con lo mal que lo pasó en la peli era muy merecido. Con tal de que no subiera al escenario Gala Évora, la Lola, se lo hubiera dado a Maria Isabel.
Momentos anecdóticos, creo recordar, entre cabezada y cabezada, estaba muerto de sueño, la íncomoda situación de Elsa Pataky, monísima, aguantando el tipo, mientras el mejor actor de reparto, uno de Las 13 rosas, le pisaba la super mega cola de su super mega traje y no la dejaba moverse. Ella sonrió, posó como una estrella y quedó la mar de elegante. O que me dicen de la finura de los cámaras de la gala que cada vez que querían enfocar a J.Bayona, el dire de El Orfanato, se centraban en su hermano, idéntico y sentado a su lado. Hasta tal punto llegó la metedura de pata que en el momento en el que las cámaras debían de enfocar a los cuatro o cinco nominados por la mejor dirección novel, J. Bayona tuvo que cambiarle la butaca a su hermano para salir en plano. En fin... Memorable, el berrinche de Landa, genio y figura, que parecía que tenía la lengua de trapo y que no quería irse sin intentar articular más de dos palabras con claridad, aunque la comitiva familiar y profesional que lo acompañaba(José Sacristán, entre ellos) se afanaban por llevárselo. No lo logró, me refiero a articular una frase con sentido.
Y no me hagan hablar de los modelitos, tanto masculinos como femeninos, porque... Blanca Portillo, muy mona de cara, pero esas rayas carceleras, para mi gusto muy horteras. Verdú, guapísima, aunque los años no pasen en balde y la cirugía haga estragos, el vestido parecía, sobre todo por detras, una amalgama de bolsas de basura entrelazadas. Y lo llamarán alta costura. O que me dicen del modelito de Najwa Inri o el de Manuela Velasco. Guapísima Belén Rueda, aunque tan borde como últimamente y Elsa Pataky, Goya Toledo y Silvia Abascal, espectaculares.

1 comentario:

Anónimo dijo...

te falta un momentazo. yo ya estaba dando cabezadas cuando entregaron la gran sorpresa, premio a la mejor película para La Soledad! Brutal!
Y si te aburren los Goyas es porque no lo ves conmigo, sin no, con mis comentarios durante toda la gala no te aburrirías, jajajaja
genial genial maribel, sin duda alguna! y para mi la mejor vestida Goya Toledo, demasiado delgada pero genial