Los jugadores del Milán están ansiosos por la llegada de David Beckham al vestuario italiano. Y no es porque quieran pedirle consejos de belleza o de como conjugar tal traje con cual corbata y camisa. No. La expectación del fichaje del jugador inglés viene motivada por su campaña de calzoncillos para la firma Giorgio Armani, que ha despertado algunas suspicacias y recelos entre los futbolistas del Milán.
Así parece confirmarlo las declaraciones que ha hecho uno de sus futuros compañeros, el futbolista milanés Marco Boriello, quien ha asegurado que "quiero ver si viene equipado como se le ve en los anuncios de los calzoncillos de Armani". Estos maromos viven sin vivir en sí, ya que están en un mar de dudas por saber si el famoso deportista, creador de la metrosexualidad, viene con un tubo de escape incorporado, como aseguró su mujer, o es que los calzoncillos de Armani le hacen muy buena justicia, con un poquito de ayuda del tan aclamado photoshop.
El recibimiento que le hagan a Beckham en el vestuario debería ser grabado, ya que estamos hablando de un acontecimiento de interés general, como la Lotería de Navidad. No sólo los futbolistas del Milán están intrigados por este "pequeño" detalle en la vida de David, sino que lo secundamos media humanidad y la otra mitad, también. Por ello, como veo que esto de colocar cámaras no va a ser muy factible ni muy bien recibido por Beckham, me temo, el tal Borriello este, que tampoco está nada mal, debería, ya que ha mostrado su interés, confirmar después públicamente si el metrosexual por excelencia luce tan bien por delante como aparece en las marquesinas de los autobuses.
Yo vivo sin vivir en mí, aunque a juzgar por las fotos del pasado verano de Beckham, previo a la campaña de Armani, en la que el futbolista lucía un mini slip blanco como bañador, lo del tubo de escape no es una leyenda urbana; rompiendo con el mito que acarrean los ingleses desde tiempos inmemoriales...
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