El Duque (y II)

Como diría mi madre, este niño es una joyita, aunque también hay que meterse en cada caso y conocer el mundo que rodea a una persona para que le pase tal o cual cosa. Pero, vamos, que en unos meses uno salga en los papeles porque está implicado en una reyerta con tiros y navajas, para posteriormente ser noticia porque te den una paliza, un angelito del cielo no se debe ser.
Me estoy refiriendo, que me embalo, a Borja Alonso, Mister España 2005, que ha sido ingresado tras recibir una brutal paliza a la salida de una discoteca. Según ha relatado La opinión Coruña, el joven guapo oficial fue apaleado por un grupo de personas que portaban bates de beisbol y aunque no se teme por su vida, puede que le queden secuelas.
Es curioso o sospechoso, que Borja no ha querido denunciar los hechos. Y más sospechoso aún cuando en el mes de abril se hablaba de un ajuste de cuentas por un asunto de drogas, que terminó con una pelea, en la que el mister recibió dos disparos en el fémur y fue apuñalado en la mano. También se habló de que el conflicto se originó en una vivienda en la que, de entrada, simplemente se estaba vendiendo un coche.
Vamos, lo que yo te diga, su vida, un guión de una peli de Tarantino, sórdida y siniestra, como diría Mila Ximenez. Una pena, porque un joven con una carrera prometedora como la de Borja y que se vea envuelto en asuntos de este tipo. Pero, mira, antes de que termine como empecé, hablando como mi madre; bien mirado, su caso podría inspirar una segunda parte de Sin Tetas no hay paraiso, ya que hoy acaba definitivamente. El mister podría pasar perfectamente por el Duque, un joven guapo y que levanta pasiones, pero que vive en un mundo muy alejado del que le gustaría vivir.