Me gusta el fútbol...

Si es que yo me lo advertí: no abras esa revista que será tu perdición. Pero como a cabezón no me gana nadie, abrí el Cosmopolitan y allí estaban ellos en un artículo bajo el título de Nuestra selección de fútbol. Un ramillete de jóvenes futbolistas que destacan no sólo por sus cualidades con el balón, sino por otras que a simple vista son evidentes.
Quizás no sean los más conocidos del panorama futbolero nacional, ni los llamarán galácticos ni astros del balón, pero con esa cara y ese cuerpo pueden proponerse lo que sean. Atentos, miren y disfruten con estos portentos del deporte y de sus aficiones más ocultas.
Dicen que es uno de los porteros más atractivos del fútbol español y no estoy para discutirle a nadie. Él es Palop, que milita en las filas del Sevilla F.C. Un hombre que se define a sí mismo como casero (mi media naranja, vamos) y de los que prefieren quedarse en casa con su familia antes que irse por ahí de saraos. Niñas, un partidazo de los que dan pocos quebraderos de cabeza. Ideal para los amantes del Ikea que se pasan montando muebles inservibles en casa toda una tarde.
Del equipo rival, Betis, otro guardameta que las mata a las chita callando. Y ni pensar que estudiaba en un curso por debajo del mío en la licenciatura de Periodismo. Me refiero a Doblas, un chava sincero, bonachón, amante del flamenco y de las pelis de gladiadores. Pa comérselo con ketchup y mayonesa, sobre todo si nos mira con esa carita de no haber roto un plato. Por mí, que rompa la vajilla, pero a las 11 en casa. Ideal para largas sesiones en el sofá de cine en casa o para un festival de flamenco en la peña Juan Talega.
También es guardameta, pero del Cádiz, casi na, tres futbolistas de Andalucía. Se hace llamar Armando Ribeiro y lo que más le gusta de una mujer(ya empezamos mal) son los tatuajes a ser posible en sitios recónditos. Muerto me dejó la foto que Cosmopolitan publicaba de este maromo sin camiseta y con ese abdomen de vértigo. Pero más calores me entraron, y no pitopáusicas, cuando me enteré que una de sus principales aficiones es hacer surf desnudo. Que me diga playa, día y hora. Ideal para una pareja naturista, osea yo, que se pase los domingos tostado bajo el sol con la tortilla y las latas de refresco.
Dejando a los porteros a un lado, porque no sólo de guardametas vive un buen equipo de fútbol, nos adelantamos hasta la delantera del conjunto, donde nos topamos con el uruguayo Diego Forlán, un rubiales también de quitar el hipo que de no haberse puesto las botas y coger el balón de reglamento hubiese estudiado Derecho o hubiese optado por unas pelotas más pequeños, las del tenis. Pero se ve que el muchacho es de grandes tamaños y de mujeres exóticas o que le gusten U2. Ideal para pasear con él por las calles decadentes de Buenos Aires.
Por último,sin olvidarnos del Real Madrid(ya que Forlán es del Atlético de Madrid), un morenazo de impresión de la escuela galáctica. ¡Qué lastima que yo estudié en el Cervantes! Se llama Miguel Torres, más castizo imposible, y es lateral del Madrid. Tú me vas a perdonar, Miguel, pero yo al verte con esas hechuras no me creo que tú esperes sentadito a que te entren las pivas. Ya que no tengo nada que hacer con él, un consejo a las chicas que quieran llevárselo al huerto o donde haga falta: te tiene que gustar la música house, tener una buena sonrisa y unos labios como los de Angelina Jolie. Ideal para una noche de marcha en la B3.