No se te ocurra ir diciendo por ahí, en esa típica pregunta cuando dos o mas personas se conocen de ¿qué tipo de música te gusta?, que te mueres por una copla. Y eso que ahora con el boom de Canal Sur con Se llama copla parece que ha vuelto a ponerse de moda y que personas a la que en la vida veía disfrutando de la copla, se grababan el programa para verlo el domingo porque el sábado noche salían de marcha y no podían verlo.
A lo que iba. Que parece que a un chico o chica, sobre todo lo primero y si eres joven, no te puede gustar este género que forma parte, queramos o no, de las raíces culturales de Andalucía. Porque si eres coplero tienes todas las papeletas para ser el añejo, el antiguo, el rarito del grupo, porque, claro, los demás escuchan a grupos extranjeros a los que ni entienden pero es más cool que te guste Los smankingpuchinger a que te derritas con una tonadilla de Marifé.
A mi siempre me ha dado reparo decir que soy folclórico y me he sentido desplazado o desconectado cuando los demás hablaban de música o gustos musicales porque nunca me he sentido identificado. Eso sí, siempre me he mostrado muy abierto a otras tendencias musicales sin cerrar mis oídos a escuchar tal o cual artista o grupo, algo que muchos no hacen con la copla, como con el cine español, a los que se cierran en banda antes dedarle una oportunidad. Es como cuando mi hermano decía que no le gustaba una comida sin apenas haberla probado. Tendrán un sexto sentido para la crítica musical.
Anoche, haciendo zapping, vi a Marifé de Triana en el programa de Juan y Medio. No, no me gusta ese programa por norma general, porque los niños me parecen de lo más repelente, pero, depende del invitado, aguanto más o menos, al menos hasta que hacen la pésima ronda de chistes o manolo el del bombo saca el tambor y se pone con los cuplés carnavaleros. Pero anoche la ocasión merecía la pena, porque como anunció Juan, visitaba el plató una de las más grandes artistas que ha dado Sevilla, Andalucía y España. Cualquiera lo diría viendo luego la sencillez y la modestia con la que María Felisa parecía hablar de su carrera. Como si esta artista que confesó haber grabado más de 500 coplas no hubiese dado nada a la música. Menos mal que Paco de Lucía, ese genio, según Marifé, entró por teléfono y puso las cosas en su sitio. Esto va para los cool, supercool, que se corren en un concierto de de Lucía, porque eso sí es chic. Pues Paco confesó inspirarse aún para sus creaciones en las coplas de esta artista trianera.
Marifé es una institución en la copla y es una obviedad para los que han seguido el programa coplero de Canal Sur del que el 90 por ciento de las canciones, grandes éxitos, que se cantaron pertenecían a esta menuda pero gran mujer.Lástima que a muchos se le olvide, renegando a toda costa de la España de panderetas, peinetas y folclores, y la tengan olvidadad, aunque ella no sea dada a los reconocimientos, en su casa malagueña sin más homenajes. Esperarán a que muera para resaltar y reconocer su grandeza. Así es España y chimpún.
Antes de terminar, en mi particular homenje a Marifé de Triana, un último apunte que la resalta más como mujer que como artista. Confesó no conservar ni uno solo de sus trajes. No, no los ha vendido, todos están en manos de artistas que empiezan o empezaban y que no tenían para comprarse vestuario para sus actuaciones, en lugar de guardarlos para lucro propio o para montar un museo en el que regodearse... ¿Es o no es grande?
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