Y que cumplas muchos mas

Sirva hoy mi post como un particular homenaje al slip o calzoncillo de toda la vida, porque esta prenda tan básica y omnipresente en el cajón de muchos hombres cumple su 75 aniversario.
Corría el año 1934 (correr no sé si corría) cuando un diseñador de la firma Jockey se inspiró en los bañistas de la rivera francesa para crear esta prenda íntima que supondría una revolución en el mundo de la moda, desterrando del fonde del armario de los caballeros de la época la ropa interior larga y los boxers hasta prácticamente las rodillas. Su nombre tradicional, calzoncillo, proviene de las antiguas calzas, que eran un tipo de prendas que cubrían de la cintura a las puntas de los pies.
Una prenda que, como el resto, ha pasado por diferentes etapas o cambios. Uno de los primeros y más importantes, se produjo en 1960, cuando esta prenda vive una etapa de aperturismo con la llegada del color y la licra.Hasta esa fecha se utilizaban tejidos más duros, como el algodón o el lino. Un paso que supondría acabar con los "roces" y sustituir la sensación de holgura por la de apretado.
La segunda revolución del slip o calzoncillo vino de la mano de las marcas y la moda, que vieron en los diseños de estas prendas un acierto. Primero fue Calvin Kleim, una de las marcas más deseadas, y a esta le sucedieron Dolce&Gabanna, Prada o Gucci. Con ellos se introdujo en el mercado de la ropa interior los conceptos de colecciones y temporadas.
Con motivo de esta efemérides el Circulo de Bellas Artes de Madrid acoge una exposición que hace un recogido por la historia del calzoncillo en sus diferentes épocas y diseños de la mano de los creadores Carlos Díez y Volker Goerhardt.
Sólo me queda, a los que estéis en la capital en estos días, animaros a ver la exposición y al calzoncillo o slip que cumpla muchos años mas. Que para mi seguirá siendo la ropa interior por excelencia y una de las que mejor puede sentar a un hombre. Además, me resulta uno de los trapos con más erotismo que se pueda encontrar en el armario de un hombre, aunque a veces le sea infiel con el boxer.