sábado, enero 24, 2009

Pene de sangre o de carne

Muchas veces, dentro de esta espiral en la que nos movemos en la llamada cultura falocéntrica, me he preguntado por la calle (porque yo me pregunto cosas) si tal o cual tío con el que me cruzo estará mejor o peor dotado. Como la ropa, en la mayoría de los casos, ayuda poco, y muy pocas veces se puede vislumbrar, salvo contadas ocasiones, qué se esconde bajos esos pantalones vaqueros, hay que recurrir a otras técnicas o artimañas para ello.
Siempre se ha hablado de la equivalencia con la palma de la mano, el tamaño de la nariz o de los pies, pero el portal web chueca.com ha publicado un informe en el que se ofrecen una serie de trucos inéditos para llegar al quid de la cuestión.
De entrada, la mirada es fundamental y un hombre de grandes dimensiones, al parecer (que todo esto es muy relativo), siempre mantiene la mirada y no cambia nunca la expresión, aunque se le reprenda. Total, si sólo él y algunos saben que es un pollón, ¿qué mas da lo demás?
Además, si su postura habitual implica manos en la nuca, en determinados momentos:cuando camina, cuando ve la tele, cuando está pensando, eso presupone, según chueca.com, que lleva dentro de si una gran sorpresa. Siguiendo en el terreno de la comunicación no verbal, se considera que los hombres que meten las manos en los bolsillos o en las trabillas del cinturón, así como los que colocan los brazos en jarra, son los de mayor sexo y más fogosidad, ya que focalizan la mirada del otro en esa zona del cuerpo. Así como estaremos ante un gran hallazgo, si un hombre vuelve la cadera hacia adelante.
Además, la actitud macho, la vigorexia(o cuerpos demasiados desarrollados) y las barbas están reñidos con el vigor sexual, ya que, según este estudio, un hombre con un gran pene se siente ya varonil de por sí y no tiene que recurrir a otros elementos para potenciarlo. Por ello, siguiendo esta regla de tres, un hombre muy dotado puede llegar a descuidar su cuerpo, ir despeinado o mal vestido e, incluso, tener una actitud femenina. Leer para creer.
Aunque, lo más importante, lo fundamental que se debe saber es si un pene es grande de sangre o de carne (chupa del frasco, carrasco). Esta teoría es básica para huir de las falsas apariencias, ya que hay penes de sangre pequeños y que pueden alcanzar hasta diez veces su tamaño en erección; así como penes de carne, muy grandes, y que no llegan ni a duplicarse.
Como dice mi madre, nunca te vayas a la cama sin aprender algo nuevo y ya es hora de que se desmonten los falsos mitos del pene. Ahora to 'quisqui' dice tener 18. Con estos pocos y sencillos consejos podrás saber realmente si te enfrentas a un pezqueñín o a un buen besugo.

1 comentario:

Fae dijo...

Conque 30 años ya ¿eh? Ejem.No me dejan comentar en tu fotolog...

Felicidades.

Rafa.