Legalizar el cruising

Hoy doblete, por los días en los que no me siento en esta mesa camilla a converzar con vosotros. Pero es que estaba ojeando la web de El País, www.elpais.es, cuando me he encontrado con esta noticia:

El Ayuntamiento de Ámsterdam permitirá las relaciones sexuales en sus jardines más populares durante la noche

Según este periódico, a partir del próximo verano el parque Vondel de Ámsterdam, uno de los más populares de la ciudad, será un lugar seguro para mantener relaciones sexuales. El Ayuntamiento ha decidido no penalizar a las personas que practiquen sexo en este jardín por las noches, ya que, al parecer, el recinto atrae desde hace años a miembros de la comunidad gay en busca de pareja. Pero, claro está, todo no va a ser una panacea y un viva la Pepa. Los que mantengan relaciones en este espacio verde, de vegetación, no podrán salir del perímetro de la rosaleda, ni dejar basuras y trasladarse a zonas donde juegan a otras horas los menores. Y si hacen demasiado ruido y son vistos, se les podrá echar.

Y digo yo, que deberían tomar ejemplo los ayumtamientos españoles de ciudades más proclives a esta práctica que, entre la comunidad gay, se conoce como 'cruising'. Es decir, hombres que ligan y mantienen relaciones sexuales con otros hombres, en la mayoría de los casos que no conocen, en lugares públicos, ya sea parques o baños público, así como zonas o explanadas deshabitadas. Y sin irme más lejos me centro en mi ciudad, Sevilla, donde otro parque muy popular, el de María Luisa, también es foco de interés para los amantes al aire libre. Todo el mundo lo sabe, administración pública incluida, pero hace la vista gorda. Pero, digo yo, mejor será legalizar la situación, como los holandeses, y no ocultar una realidad que está a la orden del día y que en algunos casos puede ser foco de problemas.
Ya estoy oyendo en el interior de mi cabeza las voces de ultratumbas de los miembros defensores a ultranza de las familias tradicionales, católicas y apostólicas, gritando aquello de que vamos a arder en el infierno de los pecadores con este tipo de práctica. Y yo digo, mientras que ardamos calentitos...