miércoles, diciembre 26, 2007

Bienvenido, padre porno.


Yo que venia predispuesto en una fría mañana post navideña de manzanilla (infusión) y ardores estomacales a comentar en mi mesa camilla el nuevo estreno de Cuatro, Fama, y me encuentro con noticias como esta:

De actor porno gay a sacerdote convencido

Leer para creer. El muchacho, aunque ya no es un niño, se hacia llamar en la industria cinematográfica, a la que vendió su cuerpo durante 21 años, Tom Katt y una buena mañana, como el que no quiere la cosa, decide, con perdón, que su camino no pasa por las pollas sino por las hostias consagradas y la sangre de Cristo. Siempre he pensado y me reafirmo que los americanos son una jarta de raros. Se escandalizan con cualquier cosa, son la mar de mojigatos, y luego son la principal industria del porno, por no hablar de la violencia o esa "cuestionada afición" por las armas en el hogar. En fin, creo que me salgo de la tangente, que Tom o David Papeleo, que es como se hace llamar ahora, ha declarado, abran bien los oídos que "Tanta gente se siente como si estuviesen apartados de Dios, que Dios no quiere tener nada que ver con ellos. Quiero decirle a tanta gente como pueda que esto es una absoluta mentira: Dios nos ama a todos". Aleluya. Y en descubrir esto ha tardado 21 años exhibiendo su peluda anatomía en la gran pantalla y cosechando infinidad de éxitos con una infinidad de títulos que seguro que a partir de ahora se cotizaran como el oro en las videotecas de los pornofilos (no veas como van a rular las descargas desde ya en el emule). ¿Se imaginan vendiendo en la parroquia los packs de sus mejores películas con el fin de recaudar fondos para la obra de la Iglesia? Virgen Maria y Jose.
No me extrañaría nada si tenemos en cuenta que este bisexual, con tendencias a la heterosexualidad (ya es original el muchacho) ha dicho, y no se le caen los anillos por ello, que “Dios ama a los gays y las lesbianas y deberían tener el derecho a casarse”.
Creo que ha entrado con buen pie en la religión, aunque me parece muy bien que exprese libremente su opinión sincera sobre este tema y que además en EE.UU., aunque antes lo haya criticado, acepten sin rasgarse las vestiduras que un actor porno, ex actor, cuelgue el porno por la religión y no pase nada. Las carreras siguen. Yo me planteo, por un momento nada mas, un actor español del mundo de la pornografía formándose para sacerdote y la de gritos que se pondrían en el cielo. Son diferentes culturas, pero cada persona tiene derecho a segundas y terceras oportunidades para redirigir el sentido de sus vidas. Lo que no quiere decir que su anterior dirección estuviese mal, ya que el porno, como la religión, también a ayuda a muchas almas a tener una vida mas dichosa y plena. Bienvenido, padre porno.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola El Portero,

Me gustaría contactar contigo, me puedes escribir a cadeciar@hotmail.com ¿? Gracias

Carlos