Con la iglesia hemos topado

Desde que luego que la iglesia está a la que salta (le pasa lo mismo que a la corona, cuando se saca del tiesto la imagen correcta y cuadriculada que normalmente se dan de sus símbolos. Si hace unos meses la Junta de Extremadura tuvo que retirar unas imágenes de José Antonio Montoya por considerarlas, llamémoslas, obsenas e irreverentes, ahora le ha pasado más de lo mismo al artista Carles Santo con su serie de instantáneas Gritos de Cristo al Cristo de gritos.
Al parecer el El Institut d'Estudis Ilerdencs ha retirado sus fotografías por considerarlas blasfemas y la verdad es que motivos no le faltan, si tenemos en cuenta que mete en una mezcla explosiva dos elementos contrapuestos y que se repelen: sexo y religión.
Reconozco que no tenía ni pajolera(vaya palabrita para el tema) idea de quién era este tío ni que tipo de fotografías hacía, pero como me gusta mojarme en todas estas causas polémicas y que dan que hablar, sobre todo si hay sexo de por medio y la iglesia se haya por ahí mariposeando, me apetece defender al señor Santo. Sobre todo por fastidiar a la santa iglesia que es como el maestro Liendres, que de nada sabe, pero de todo entiende.
Vale, las instantáneas, por si no lo han visto, muestran la imagen de Cristo Crucificado usado como tacón de aguja de unas grandes plataformas de una drag o rodeado de una serie de pintalabios rojos pasión a modos de velas. Pero estas no son las más fuertes. Para mi gusto, hay una que es la más provocativa y que puede herir la sensibilidad de más de uno y una: la que aparece el crucifijo en el interior de las braguitas de una modelo. Por no hablar de una chica que besa la imagen de Cristo. En fin... Para gustos los colores.
Decía que las imágenes son un poco fuerte, pero hay una cosa que se llama libertad. Y una persona debe tener libertad para exponer lo que siente o le gusta y otra la debe tener para verlo o no, pero no por su desagrado prohibirlas o retirarlas. Eso lo llaman en mi pueblo y en otros muchos censura. Vive y deja vivir. Al que no le gusten las corridas de toro(sin entrar, por favor, en temas ecologistas), que no vaya; al que no le guste la Semana Santa, que tampoco la contemple, pero respetemos al que le gusta. Pues igual. Me parecen ideas muy originales y atrevidas. Sé que pueden molestar o herir a mas de uno, pero lo dicho, mirar para otro lado. Es como al que no le gusta ver la sangre o escenas sangrientas y se tapa la cara con los dedos separados para vislumbrar algo. En fin...
(Imagen extraída de la web de Carles Santo)